El tenista serbio Novak Djokovic, número uno del ranking de la ATP, declaró hoy después de perder la final del torneo de Belgrado ante el ruso Andrey Rublev que la competición esta semana ha sido una buena preparación para su resto de la temporada, y admitió que sintió el cansancio en el tercer set.
"Tengo que mirar el lado positivo, he jugado la final en tierra batida. Al final me quedé sin fuerzas. Felicidades a Andrey, es con razón uno de los mejores jugadores del mundo", declaró Djokovic en rueda de prensa. "Estoy cansado pero contento porque he podido estar aquí. Ha sido una gran semana para la continuación de la temporada, he jugado cuatro partidos importantes", indicó el tenista, quien tiene planes de jugar el Roland Garros dentro de un mes.
Señaló que al final del segundo set sintió el cansancio y unas dolencias similares a las que sufrió hace tres semanas en el torneo de Montecarlo, donde perdió ya su primer partido ante el español Alejandro Davidovich Fokina, pero se negó a revelar qué tipo de molestias ha padecido.
Djokovic perdió ante Rublev por 6-2, 7-6, 6-0, en un partido que, según admitió, fue "físicamente agotador", y lamentó que no fuera capaz de mostrar más en el tercer set ante un público que le ofrecía un gran apoyo. "Son pocas las oportunidades en que juego ante el público en casa. Su energía me ha empujado a la final, y es una satisfacción y el orgullo que llevaré conmigo para usar en los próximos retos", señaló el serbio.
Esta semana, antes de disputar la final con Rublev, Djokovic se enfrentó al ruso Karen Khachanov (26), y a los serbios Laslo Djere (50) y Miomir Kecmanovic (38), después de haber jugado anteriormente este año sólo cuatro partidos. Djokovic anunció también que tiene ambiciones de que el torneo de serie ATP 250 de Belgrado se convierta en 500 y atraiga aún más jugadores de la cúspide mundial, y que se negocia en este sentido.