La jovencísima estadounidense Lydia Jacoby, de tan sólo 17 años, protagonizó la gran sorpresa de la jornada en el Centro Acuático de Tokio, tras imponerse este martes en una final de los 100 braza en la que la también estadounidense Lilly King, la gran favorita, tuvo que conformarse con la medalla de bronce.
De nada le sirvió a King, la plusmarquista universal, llegar a la capital japonesa con la mejor marca mundial del año para poder revalidar la medalla de oro que conquistó hace cinco años en Río.
Y es que a la hora de la verdad Lilly King no pudo resistir el fulgurante ataque final de Jacoby, que ya hizo historia el pasado mes de junio en lo "trials" tras convertirse en la primera nadadora de Alaska en formar parte del equipo olímpico estadounidense de natación.
Una gesta a la que Lydia Jacoby, que no pudo ocultar su sorpresa tras ver los resultados finales en el marcador, añadió la de convertirse, nada más y nada menos, que campeona olímpica.
Oro que la joven Jacoby tras protagonizar un sensacional último largo en el que la estadounidense paso de la tercera a la primera plaza, tras superar primero a Lilly King y posteriormente a la sudafricana Tatjana Schoenmaker, la otra gran candidata al oro.
Pero ni King, ni Schoenmaker, que estableció en las preliminares un nuevo récord olímpico, pudieron evitar el triunfo de Lydia Jacoby, que se alzó con la victoria con un crono de 1:04.95 minutos.
Veintisiete centésimas menos que la sudafricana Schoenmaker, que se colgó la plata con un tiempo de 1:05.22, y medio segundo menos que su compatriota Lilly King, que debió conformarse con el bronce con una marca de 1:05.54.