Después del accidentado Gran Premio de Gran Bretaña que concluyó con victoria para el piloto británico de Mercedes Lewis Hamilton, quien fue penalizado con 10 segundos tras un choque con la llanta trasera de Max Verstappen, pole position, en la primera vuelta de la prueba y que lo llevó a no terminar la carrera, el siete veces campeón recibió comentarios racistas después del incidente.
A través de su publicación en redes sociales sobre su victoria en casa, la 99 de su carrera en la categoría reina del automovilismo, destacaron comentarios agresivos sobre este tema de raza, así como emojis haciendo alusión a insultos de este tipo. También existieron comentarios de crítica sobre el manejo y el problema con Verstappen.
En una declaración conjunta, tanto la Federación Internacional del Automóvil, la Fórmula 1 y la escudería Mercedes emitieron su posicionamiento al respecto: "Se condena este comportamiento en los términos más enérgicos posibles. Estas personas no tienen cabida en nuestro deporte e instamos a que los responsables acepten sus acciones".
A pesar de la situación deportiva, donde incluso pidieron la suspensión del británico, la escudería Red Bull, junto a su filial Alpha Tauri, Williams Racing y Aston Martin se unieron a la declaración, reprobando este tipo de manifestaciones en la Fórmula 1: "Se está trabajando para construir un deporte más diverso e inclusivo. Estos casos inaceptables de abuso en internet deben eliminarse", se leyó en el comunicado.
