A pocos días se habían encendido las alarmas por el joven Julius Ssekitoleko, tras desaparición por faltar a las pruebas constantes de covid19, se levantó la preocupación entre la ciudad sede de los atletas olímpicos ugandeses, pues el levantador de pesas ugandés no hizo hecho acto de presencia.
Después de haber sido buscado por autoridades de la ciudad en Tokio, se encontró una carta que el atleta dejó. Julius participaría en la disciplina de la halterofilia, sin embargo, se le confirmó días anteriores que no podría participar en la competencia, lo que motivó su fuga y abandonar su país.
En la carta menciona que no volverá a su país de origen, ya que señala que la vida es "particularmente difícil", agregó que por favor los miembros de su delegación hicieran entrega de sus pertenencias a su mujer.
Al parecer, compró boletos de tren con destino a Nagoya, según informes de agencia de noticias Kyodo, ciudad que se encuentra a solo 200 kilómetros de distancia del hotel de concentración que abandonó.