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¡Griezmann utilizado! Bartomeu intentó hacer fastidiar a Messi

El mobbing , se refiere a todas aquellas acciones encaminadas a intimidar, molestar o degradar a un trabajador con el objetivo de empeorar su clima laboral y empujarle a abandonar la empresa, este hostigamiento puede realizarse a través de diferentes métodos

De acuerdo con informaciones del Diario Sport, Griezmann fue usado por la junta directiva anterior por razones políticas, la paradoja es que su llegada, pobre deportivamente, fue en realidad eficaz desde el punto de vista del 'mobbing' y supuso, sin ni siquiera quererlo él mismo, el principio del fin de Luis Suárez (despedido el verano del 2020) y el adiós de Messi (despedido este verano).

La triste historia de Griezmann con el Barça, la cual tuvo punto final el 31 de agosto, empezó con el pie izquierdo, desde el famoso documental el con el cual retrataba al Barcelona con su negativa el 14 de junio de 2018, producido por Gerard Pique y celebrado por su compatriota Umtiti con palomitas en mano, terminaría fichando un año más tarde tras aquella innecesaria humillación, con un rendimiento más bajo y una cifra estratosférica de 135 millones contando la penalización.

La obsesión de la junta de Bartomeu era requilibrar el poder dentro del vestuario blaugrana, o dicho de otra manera, Griezmann fue una herramienta (carísima) para hacer 'mobbing' a los pesos pesados del vestuario o al menos dos de los estandartes de aquella época como lo fue lo que quedaba de la MSN.

El resultado deportivo fue un gran fiasco, más allá de haber sido un gran ejemplo de esfuerzo y sacrificio en defensa y de unos números más o menos correctos, no termino de encajar, la influencia de Griezmann en el juego fue prácticamente nula y eso que el principal propósito con el que supuestamente se le fichó (lograr que el equipo fuera más competitivo en los partidos decisivos) resultó un fracaso sin paliativos.

Se cuenta que, un día, al enterarse de su fichaje Messi le preguntó a Valverde en qué posición jugaría Griezmann, y que el entonces entrenador blaugrana bajó la cabeza, ya que fue incapaz de responder una sola palabra, como si ya intuyera la futura desubicación en la que viviría el delantero francés el resto de su paso por Can Barça.

Lo de menos era su rol en el campo, Bartomeu necesitaba que emergiera una nueva estrella blaugrana fuera del círculo de influencia sudamericano para intentar recuperar el vestuario que ya no creía en él. Tal y como el sacrificado Quique Setién se equivoco al ponerse de lado de la directiva y fue traicionado por la misma, el cual vino a cumplir su sueño, pero se llevo en su lugar una pesadilla.

Setién rompería el silencio y declararía lo siguiente "Lo que me encontré en Barcelona no lo vi en 40 años de fútbol, el vestuario no era feliz... He perdido todo el interés por entrenar".

La realidad es que Antoine es el menos culpable, al igual que la junta directiva de Laporta, la cual ha priorizado de manera improvisada la salida del galo por la puerta trasera con destino de vuelta al Wanda Metropolitano, la cual fue retrasada más de lo necesario.

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