El Palmeiras, con un empate 1-1 en su visita al también brasileño Atlético Mineiro, garantizó este martes la clasificación a su segunda final consecutiva del torneo que conquistó el año pasado.
El conjunto verde de Sao Paulo, dueño de dos títulos de la Libertadores (1999 y 2020) y que disputará su sexta final del torneo, garantizó la clasificación por haber anotado en el empate como visitante y luego de haber cedido un empate 0-0 en el partido de ida la semana pasad en su casa.
El Mineiro, el mejor equipo de la Libertadores hasta ahora y que era favorito para avanzar a la final, dominó el partido en casa y abrió el marcador por intermedio del chileno Eduardo Vargas al comienzo del segundo tiempo, pero el Palmeiras, que jugó a defenderse, consiguió el empate con Dudú quince minutos después.
El Palmeiras se medirá en la final de la Libertadores, prevista para el 27 de noviembre próximo en partido único en el estadio Centenario de Montevideo, al vencedor del duelo entre el Flamengo brasileño y el Barcelona ecuatoriano.
El segundo finalista se definirá este miércoles en la visita que el Flamengo hará al Barcelona en Guayaquil tras la victoria del vigente campeón brasileño por 2-0 en el partido de ida de las semifinales disputado la semana pasada en el estadio Maracaná.
En el segundo tiempo Hulk asumió el protagonismo en el ataque del Mineiro y en los primeros minutos puso en aprietos a Weverton por lo menos en tres oportunidades.
La insistencia de los locales tuvo frutos en el minuto siete cuando Jair avanzó por la izquierda hasta el fondo de la cancha e hizo un lanzamiento que Vargas aprovechó con un cabezazo para abrir el marcador.
El Palmeiras sintió el golpe y salió inmediatamente al ataque para buscar el empate principalmente con jugadas ofensivas de Dudú.
Un minuto después de entrar a la cancha para sustituir a Rony, Gabriel Verón consiguió invadir el área del Mineiro y asistir a Dudú para que el Palmeiras anotara el empate en el minuto 77.
Con el empate garantizándole la clasificación, el técnico del Palmeiras, el portugués Abel Ferreira decidió reforzar aún más su defensa y sacrificó también al atacante Dudú, con lo que tan sólo quedó con Wesley en la delantera.
Pero el Palmeiras administró con tranquilidad el empate a su favor y, con casi todo el equipo defendiéndose, garantizó su clasificación a su segunda final consecutiva de la Libertadores.