Un día amargo fue el que vivió el delantero Antoine Griezmann porque al llegar al entrenamiento en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, varios aficionados del Barcelona estaban a las afueras esperándolo, los presentes le recriminarían la salida de Lionel Messi, tachándolo de ser el principal culpable debido a su alto contrato y su extensa ficha salarial.
El problema no para ahí, ya que el jugador quiere volver al Atlético de Madrid, luego de ser víctima de los medios de comunicación e aficionados radicales hace una semana los mismos alababan su entrega y trabajo, pero ahora, luego de que se confirmará la salida del crack argentino los mismos estarían comenzando una campaña de desprestigio, algo que preocupa al galo y su familia, ya que podría generar un clima de hostilidad en su contra.
La campaña engloba a todos los jugadores que no quieren bajarse el sueldo, el jugador francés considera que, con todo lo que le deben, y con toda la situación actual, ya no existe esa necesidad de bajarse el sueldo, y pide su salida inmediata.
El jugador sigue trabajando bajo las ordenes de Koeman esperando algún movimiento del club azulgrana, sin embargo, el francés tiene una cifra de traspaso considerable, mínimo 50 millones.
En el club rojiblanco no saben si llegará o no, pero si que se resolverá en los últimos días de mercado, salvo que el bombazo de Messi le cierre la puerta de salida.