Kate Middleton y el príncipe William llevaron por primera vez al torneo de Wimbledon a su hija, la princesa Charlotte, quien acaparó todas las miradas por el entusiasmo que mostró durante el partido de la final del torneo.
Mientras el príncipe George y la princesa Charlotte acaparaban todo el protagonismo de la familia real en el All England Club, los príncipes de Gales tuvieron varios gestos que demostraron lo mucho que se aman, confirmando una vez más que están de lo más enamorados.
Judi James, experta en lenguaje corporal, analizó a Kate Middleton y al príncipe William y detectó que la princesa hizo “señales halagadoramente intensas de atención y afecto” durante la final de tenis masculino de Wimbledon.
El príncipe William y la princesa Kate Middleton disfrutaron de un día con el príncipe George y la princesa Charlotte en la cancha central mientras el observaban cómo vencía el tenista español Carlos Alcaraz al serbio Novak Djokovic.
La experta real estudió el lenguaje corporal entre los miembros de la familia real y dijo que Kate Middleton se hizo cargo de la familia, mientras que William dio un paso atrás, pero eso no impidió que la princesa de Gales le demostrara afecto con contacto visual en varias ocasiones.
“William asumió un papel más discreto, pero cuando habló con los niños, recibió halagadoramente intensas señales de atención y afecto de Kate, quien parecía decidida a traerlo al grupo a través de sonrisas y rituales de atención visual. ánimo.”, dijo a The Mirror.
Kate Middleton asume su papel de líder de los Gales
Los gestos no pasaron inadvertidos para el príncipe William, con Kate Middleton demostrando que era “en gran medida la líder de su familia. Asumió su liderazgo real de muy alto perfil y su papel de anfitriona con demostraciones de confianza en el lenguaje corporal y una pasión genuina por el juego” mientras William observaba “como un niño asombrado”.
“Kate demostró ser la verdadera reina de Wimbledon este año, asumiendo su liderazgo real de muy alto perfil y su papel de anfitriona con demostraciones de confianza en el lenguaje corporal y una pasión genuina por el juego. Ella también era en gran medida la líder de su pequeño grupo familiar, anfitriona y entrenadora de Charlotte y George, mientras William retrocedía para mirar con orgullo usando el lenguaje corporal como una barrera de ‘hoja de parra’ frente al torso que lo hacía parecer un un poco como un niño demasiado asombrado”, detalló.
Se vio a Kate tomando la iniciativa al presentar a sus hijos por su nombre a los dos finalistas de Wimbledon y al personal mientras les daba un resumen detallado del juego.
Esto sugiere que “ella ahora está asumiendo un papel muy importante en la preparación de ellos para la vida real. Sus constantes señalamientos y explicaciones parecían funcionar en términos de motivación”.
“Ambos niños parecían estar tan entusiasmados con el partido como la propia Kate cuando la final estaba en marcha y su reflejo de los rituales de su lenguaje corporal mostró una sincronización que era prueba de su poder y su papel de liderazgo en ese lugar”, dijo la experta.