La actriz Salma Hayek triunfó con sus caracterizaciones en México y luego forjó trayectoria hacia el extranjero, iniciando en Estados Unidos de la mano de Robert Rodríguez, quien le dio la primera oportunidad en "Desperado", al lado del español Antonio Banderas. De esta forma comenzó a consolidar una carrera que trascendió fronteras.
Con una carrera ascedente, la originaria de Veracruz, que este 2 de septiembre festeja su cumpleaños 55, continuó con producciones que catapultaron su fama. Aquí presentamos las películas con las que logró posicionarse en México y le abrieron las puertas al mundo.
- "El callejón de los milagros" (1995). Antes de sus importantes papeles en Hollywood, Jorge Fons dirigió a Salma en México, trabajo con el cual la actriz consiguió una nominación al premio Ariel. Alma (Hayek) es la joven hermosa de una vecindad del centro de Ciudad de México que busca el amor. Esta cinta fue un parteaguas para que la actriz se ubicara ante los ojos del mundo.
- "Desperado" (1995). Robert Rodríguez escribió y dirigió una película que tuvo como pareja protagónica a Salma y Antonio Banderas. Funcionando como secuela de "El mariachi", este filme de proyección hollywoodense explotó el sex appeal de la actriz, quien interpreta a Carolina, joven que termina involucrada en un conflicto lleno de acción y corazón mexicano.
- "Del crepúsculo al amanecer" (1996). Considerada hoy en día como una película de culto, es otra cinta de Robert Rodríguez en la que Salma formó parte del elenco en el sexy pero peligroso papel de Santanico Pandemonium, una vampiresa que fue el dolor de cabeza de George Clooney y Quentin Tarantino en un bar en el desierto de México. Bailando con poca ropa y de manera muy sugestiva, Salma se robó precisamente en esa escena con la boa.
- "54" (1998). La actriz interpreta a una aspirante a cantante en el psicodélico mundo del emblemático Studio 54, en Nueva York. Salma Hayek, como Anita Randazzo, compartió créditos con un muy joven Ryan Phillippe.
- "Frida" (2002). Uno de los mayores deseos de Salma era llevar a la pantalla a uno de los personajes más emblemáticos de la historia de México: Frida Kahlo. Con tal de conseguirlo, ella fungió como productora y, obviamente, como protagonista. Las nominaciones llovieron para la actriz, entre Oscar, Golden Globe y BAFTA.
