Enrique Guzmán sufre una fuerte depresión ocasionada por las declaraciones que hace algunos meses hizo su nieta Frida Sofia, acusándolo de haberla tocado inapropiadamente cuando era niña.
Una persona cercana al cantante reveló a la revista "TV Notas" que está muy angustiado por las consecuencias que le ha traído la demanda que enfrenta. Al parecer, el intérprete no solo ha perdido oportunidades de trabajo, sino que la gente lo señala y lo ataca por un delito que no cometió.
"Está muy deprimido porque este escándalo lo ha afectado en lo emocional, en su salud y en su economía… El proceso va lento y eso lo tiene muy desesperado porque no se puede resolver la situación", explicó.
Bajo ese mismo contexto, la popularidad de Guzmán se vio afectada, ya que sus fanáticos han dejado de seguirlo y no logra vender los boletos de sus presentaciones, tal y como ocurrió en junio pasado durante un show vía streaming que presentó.
"La venta de boletos estuvo muy floja, ahí se dio cuenta de que los señalamientos de su nieta sí le dieron en toda la torre; tuvo que pagarles a sus músicos y se quedó sin nada. El show lo produjo su amigo Alejandro Gou, pero ni siquiera él recuperó su inversión", dijo la fuente.
Enrique Guzmán ha perdido las ganas de vivir
Los problemas familiares y las graves acusaciones de Frida Sofía están mermando la salud del cantante de 78 años. Según el informante, Enrique Guzmán ha perdido las ganas de vivir.
“Se le sube o baja el azúcar; además, su presión arterial se desestabilizó y sus ganas de vivir han mermado”, explicó.
"Él mismo ha dicho que mejor ya se quiere morir, lo cual tiene muy preocupada a toda su familia, tanto que su mujer, doña Rosalba Welter, y sus hijos le han propuesto ir a terapia psicológica para que lo ayuden", agregó.
Para finalizar, la fuente consultada puntualizó que don Enrique Guzmán no quiere pisar la cárcel, y si bien nunca le ha pedido nada a sus hijos, Alejandra Guzmán le ha ofrecido ayudarlo con los abogados mientras continúa el proceso penal en su contra.