Mientras que el cantante Vicente Fernández continúa en el área de terapia intensiva, la biografía no autorizada, "El Último Rey", escrita por Olga Worant, ha sorprendido a la opinión pública, pues deja a uno de sus hijo, Gerardo Fernández, como un verdadero villano en la familia.
“Ambicioso, inescrupuloso y obsesivo por la acumulación”, es como la escritora argentina señala al hijo menor de la dinastía en su texto.
En entrevista con “De Primera Mano”, la autora dio a conocer que el hijo menor de "Chente" le robaba a “El Potrillo” dinero de los palenques y también le robó a Juan Gabriel. La argentina reveló que a raíz de esto, "El Divo de Juárez” se distanció de ellos, pero también fue discriminado por la familia debido a sus preferencias sexuales.
“Tiene que ver con las características personales de Vicente Fernández, también había mucho de competencia. Él no soportaba a Juan Gabriel, porque era gay y Chente era un hombre de otra época y tenía mucha cosa de homofobia. Esto me lo confirma Javier Rivera, que fue representante de muchos artistas mexicanos que los llevaba de gira por Estados Unidos. Era un hombre cautivo de otra época”, aseguró la entrevistada.
En la conversación con Gustavo Adolfo Infante, la autora del “Último rey” aseguró que el cantante de “Hasta que te conocí” le tenía mucho miedo a Gerardo Fernández ya que había sido violento con él.
“Le tenia temor porque la última vez que se vieron, de esto no se enteró Chente, pero si la familia, lo agarró a culatazos, fue armado y lo agarró a culatazos en el rostro a Juan Gabriel” .
Gerardo Fernández supuestos nexos con el narcotráfico
Olga Worant aseguró que Gerardo Fernández es “un hombre de armas tomar” y en su libro es vinculado con capos del narcotráfico.
“Desde hace muchos años comienzan las relaciones de Gerardo con el Cártel de Sinaloa, con Nacho Coronel, de quien era muy amigo y con quien se frecuentaba con mucha asiduidad. Todos los vecinos te lo cuentan, se veía mucho con Gerardo, iban al rancho o a comer. Nacho Coronel le compraba caballos. Es una relación casi natural, los cárteles necesitan vincularse con lo popular”, relató Wornat.