Con una exitosa carrera impulsada por maestros de las telenovelas, como Ernesto Alonso o Valentín Pimstein, la actriz Verónica Castro se ha convertido en la reina indiscutible de estas producciones mexicanas en las décadas de los 80 y 90, en México Sudamérica y Europa.
“Los ricos también lloran”
Esta telenovela producida en 1979 por Valentín Pimstein significó un parteaguas en la carrera de Verónica Castro, ya que representó su primer papel estelar y fue fundamental para su internacionalización. Esta producción abrió las puertas a mercados en Sudamérica y Europa.
Su éxito impulsó a la televisión soviética a comprar los derechos de la serie mexicana, que se estrenó en Rusia en 1991.
Pese a que la novela llegó una década más tarde a la URSS y que solo una persona doblaba las voces de todos los personajes, la historia de amor entre una mujer pobre y un hombre rico acaparó la audiencia.
Medio país lloraba junto con la protagonista mientras escuchaba el español que sonaba de fondo. Según el diario El País, 200 de los 300 millones de exsoviéticos eran capaces de abandonar toda actividad para presenciar la historia de amor de "Mariana" y "Luis Alberto".
“El derecho de nacer”
Dos años más tarde, el productor Ernesto Alonso confía en la actriz para esa historia en la que canta el tema principal, titulado "Ven"; ahora será la tradicional historia escrita por el cubano Félix B. Caignet, que se transmitió por primera vez en la radio de la isla en 1948.
Don Rafael Del Junco es un severo patriarca que demanda obediencia absoluta en su casa y se ha erigido como el único guardián de la virtud de sus hijas. A María Elena y a Matilde Del Junco no se les permite ni pisar la calle si no es en compañía de alguno de sus padres o de su niñera María Dolores. Aún así, María Elena se las arregla para salir con Alfredo Martínez, un viajante que la abandona cuando se entera de que ella está embarazada.
“Rosa Salvaje”
En este melodrama producido por Valentín Pimstein en 1987, la madre de Cristian Castro personifica a "Rosa", una joven humilde y llena de vida que vive junto a su madrina "Tomasa". Sus aventuras y desventuras comienzan cuando, pretendiendo robar ciruelas es descubierta por los dueños de una gran mansión.
Es en esa casa donde “Rosa” encuentra el amor de su vida, “Ricardo”. Las tristezas por ser despreciada, el intento de conseguir el amor de “Ricardo” y los enfrentamientos con las hermanas del mismo, se combinan con la búsqueda incasable que la madre de “Rosa” lleva adelante para tratar de encontrarla.
“Mi pequeña Soledad”
Producida en 1990 por Angellli Nesma, La Castro interpreta dos personajes: “Isadora" y “Soledad”, madre e hija.
Al inicio de la historia, “Isadora" sería coronada “Reina de la plata”, en Taxco, para orgullo de don “Manuel” (Rafael Baledón), hombre generoso y querido, que es viudo y casado en segundas nupcias con “Piedad” (Rosa María Bianchi), pero ésta lo engaña con “Gerardo” (Salvador Pineda).
La noche anterior a la coronación, “Gerardo” hace suya por la fuerza a “Isadora". “José Luis” (Antonio), prometido de la joven, se entera de lo ocurrido, pero decide casarse con ella. El día de la boda, mientras “Isadora" espera a su novio a las puertas de la iglesia, “Gerardo” lo intercepta y lo mata.
“Pueblo chico, infierno grande”
Es una historia de 1997, producida por José Alberto Castro. Protagonizada por Verónica Castro, Juan Soler, y Guillermo Capetillo, con la actuación antagónica de Alma Delfina.
Comienza a finales del siglo XIX. En el pueblo de Nahuatzen se celebra la fiesta de su patrono, San Luis Rey.
“Leonarda Ruan" estaba enamorada de “Hermilo Jaimes", pero es obligada por su padre a casarse con don “Rosendo Equigua”. “Hermilo", al no poder hacer nada, se marcha del pueblo prometiendo regresar por su novia. Meses después muere don “Rosendo”, pero la joven, millonaria y libre, no piensa en reconstruir su vida, pues sigue esperando a su enamorado.