Hace tan solo unos semanas Andrés García sostuvo un enfrentamiento armado con unos hombres que intentaron entrar a su casa en Acapulco. Afortunadamente el actor salió ileso de esa balacera que, una vez más, lo puso al filo de la muerte.
La personalidad del histrión de 80 años de edad y quien actualmente radica en Acapulco, siempre se ha distinguido por ser impulsiva y arrebata; además de por ser una de las figuras más famosas y queridas en los años 70 y 80.
Luego de haber escuchado algunas noticias relacionadas con la inseguridad que se vive en Acapulco, y mientras limpiaba su pistola expresó: “Mira lo que están diciendo, que cada vez hay un chi%& de asaltos, y no me van a agarrar descuidado”.
“Me agarré a balazos con unos malvivientes que se metieron a mi casa sin permiso y algún balazo le tocó a una de mis camionetas. Porque de repente aquí andaban cinco o seis y les aventé balazos y me aventaron de vuelta”, contó.
Usa pistola para defenderse
Fue el mismo actor quien platicó algunas anécdotas que lo han marcado, como la vez que casi asesina a un hombre por defender a su esposa, la actriz Sonia Infante. Incluso reveló que con la sobrina de Pedro Infante vivió un romance tan apasionado que se encerraban durante semanas para hacer el amor.
"Sonia era mujer muy guapa y al escuchar que un tipo le dijo algo de sus nalgas, me bajé y lo golpee; casi lo mató y ella me tuvo que detener", comentó el actor al programa "De Primera Mano", en el que señaló que odia que abusen o maltraten a las mujeres y a los niños.
Y es que hay que recordar que el actor gusta de cargar pistola, pues asegura que nunca se sabe cuándo se va ocupar.
El periodista Gustavo Adolfo Infante también relató que García una vez en una reunión lo apuntó con una pistola, solo para tocarlo por la espalda, pues pensó que podría ser alguien más.
Entre sus memorias del actor también esta cuando fue blanco de una pareja asaltantes que pretendían robarlo a las afueras de un banco, tratando de culparlo de un supuesto rayón al otro vehículo, pero la astucia del galán otoñal salió a flote y se acordó de que este tipo de robos son comunes en la Ciudad de México.
"El tipo no contaba con que yo traía mi pistola y que se la pongo en el cuello. Yo lo hubiera matado porque se lo merecían los dos, pero me detuve porque me estaban grabando las cámaras del lugar", apuntó García sobre esta anécdota ocurrida enero del 2013, en una entrevista para "Ventaneando".
El histrión siempre ha sido fiel creyente de que los ciudadanos deberían de estar armados para poderse defender ellos mismos de la delincuencia y no permitir que sus ciudades estén secuestradas. "La pistola duerme conmigo siempre!, ha dicho.
