Es muy común que los usuarios pongan poca atención en la carga de sus celulares, es decir, si notan que se están quedando sin batería en casa, toman el primer cargador que se encuentran (generalmente acumulamos los de nuestros equipos anteriores). Si se encuentran en el trabajo o en una reunión, piden alguno que sea compatible, o en el caso de estar fuera pueden comprar algún modelo genérico sin fijarse en la marca o calidad.
Todo se vale con tal de que el dispositivo no se quede sin batería, y si la solución implica no gastar dinero, o invertir poco, mucho mejor.
No obstante, estas soluciones improvisadas pueden poner en riesgo los equipos, sin contar que no todos los cargadores tienen la misma potencia y son adecuados para todos los equipos. Es por eso que muchas marcas suelen entregar un cargador específico con su propio equipo.
¿Qué pasa si cargo mi teléfono con otro cargador que no es el original?
Para entender los riesgos, es importante dejar claro que todos los cargadores funcionan mediante voltajes. Actualmente, los voltajes que más se usan son de 100 a 240 V. Por lo tanto, cada cargador que viene con tu teléfono está diseñado para transmitir el voltaje y amperaje específico para cada dispositivo y si se usa otro, puede afectar los circuitos y con el tiempo el funcionamiento y rendimiento del teléfono o su batería.
Otro factor importante a considerar es que las marcas de celulares cuidan mucho sus transformadores de origen. Por lo tanto, las genéricas suelen utilizar transformadores que no son recomendables para el celular, y al venderse en establecimientos ambulantes o temporales no hay ninguna garantía que los respalde.
Consejos
Si no estás en casa o no tienes a la mano tu cargador, puedes utilizar uno que tenga el mismo voltaje y amperaje que el original. Otra buena alternativa es cargar tu teléfono conectándolo directamente a la computadora, pero no olvides que la velocidad de carga dependerá de la energía que tiene la computadora para que la batería se cargue por completo.
