Novak Djokovic sufre un nuevo revés y su visa fue cancelada por segunda ocasión. El número uno del ranking mundial de la ATP se encuentra a un paso de perderse el Australia Open, después de que Alex Hawke, ministro de Inmigración, utilizara su poder para negar su visa. Con ello, el tenista serbio tendrá solo una oportunidad más de probar que merece permanecer en el país y con ello, buscar su Grand Slam 21, con el que superaría a Roger Federer y Rafael Nadal.
"Hoy he ejercido mi poder bajo la sección 133C(3) de la Ley de Inmigración para cancelar el visado del Sr. Novak Djokovic basado en razones sanitarias y del mantenimiento del orden por ser de interés público", declaró el ministro de Inmigración a través de un comunicado.
Djokovic, quien llegó a Melbourne el 5 de enero, fue detenido al no poder comprobar que cumplía con los requisitos relacionados al Covid-19 para ingresar a territorio australiano. De tal manera fue enviado a un hotel en lo que se resolvía su situación. Sin embargo, el lunes 10 de enero, el serbio fue liberado por el Tribunal del Circuito Federal e incluso recibió permiso para practicar en la Rod Laver Arena.
"Nole", quien ya ha sido colocado en el cuadro masculino del Australia Open como el primer preclasificado, tendrá que volver al hotel donde se quedó por unos días y se espera que el sábado sea interrogado. Asimismo, el domingo ya tiene programado un juicio, mismo en el que se definirá si Djokovic será deportado o podrá estar presente en el torneo que comienza el 17 de enero.
Por el momento, Djokovic ya no podrá presentarse en la Rod Laver Arena. El serbio, quien hace unos días dio a conocer su versión, misma en la que aceptó que dio positivo al coronavirus en diciembre y asistió con conocimiento de dicha situación a una entrevista con un periodistas del L'Equipe. Asimismo, se ha reportado que mintió sobre no viajar a otro país en su solicitud de visa. Novak tampoco parece contar con el apoyo de los australianos, ya que de acuerdo con una encuesta, el 84% quiere verlo deportado.
La situación tampoco ha caído bien entre sus colegas, con casos como los de Rafael Nadal y Stéfanos Tsitsipás, quienes no están de acuerdo con el trato especial del Australia Open para su rival.