Sergio “Checo” Pérez, piloto de Red Bull, ya prepara la temporada 2023 de la Fórmula 1 en Bahréin a una semana del arranque de la campaña. Sin embargo, este escenario lucía complicado un año atrás, cuando tuvo fallas en el Gran Premio de Arabia Saudita, Imola y Australia.
A través de la serie “Drive To Survive” que se estrenó hoy en Netflix, las principales figuras de Red Bull, particularmente Christian Horner y el propio Pérez hablaron sobre las polémicas que envuelven al equipo austriaco y las presiones que derivan de uno de los asientos más complicados en el capítulo dedicado al mexicano.
“Checo sabe que aquí (Fórmula 1) no se decide con el corazón, sino con la cabeza. Si no entrega los resultados, hay poca memoria en este negocio y la realidad es que si para la primavera no lo logra tendremos que buscar a otro”, dijo Horner previo a la campaña 2022, aún teniendo en cuenta que para ese momento, el mexicano lucía como uno de los principales responsables de la primera corona de Max Verstappen en la categoría.
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Por otro lado, destacó que fue una apuesta material la que se hizo con el mexicano con relación al equipo austriaco: “Contratar a Checo fue un riesgo. Tiene 32 años, está en la última etapa de su carrera”, confirmó el teutón, quien dio a conocer la decisión de incorporar al tapatío en la temporada pasada de la serie de Netflix.
Sin embargo, con el paso del capítulo y la eventual victoria sorpresiva del mexicano, quien aprovechó un error de los Ferrari para apuntarse a lo más alto de la parrilla, Horner destacó la labor del mexicano en el pasado y en el presente: “Creo que lo que hizo (Pérez) es extraordinario)”, confirmó.
Derivado de esa victoria, Pérez recibió la renovación con Red Bull, no sólo como un síntoma de estabilidad de los eventuales campeones tanto de pilotos, como escuderías: “No hay nada peor que un piloto inseguro. Decidí que había que terminar la incertidumbre y arreglar con Checo para sacar lo mejor de él y que el equipo se concentre en el campeonato”, dijo Christian Horner.