La polémica se instaló con todo en el fútbol español luego de que la justicia descubriera vínculos entre el Barcelona y el ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de La Liga, José María Enríquez Negreira. Ahora, la Fiscalía decidió presentar cargos formales en contra del club catalán.
La entidad judicial acusó al Barcelona, como persona jurídica, por los cargos de corrupción en los negocios y fraude en el ámbito deportivo. Además, se contemplará la modalidad continuada, lo que implica una mayor gravedad en las penas. Cabe destacar, que el expresidente del club, Josep María Bartomeu, también fue denunciado.
Los vínculos entre el Barcelona y el dirigente arbitral ocurrieron entre el año 2010 y 2018, los cuales descubrieron luego de una investigación tributaria a Negreira donde se encontraron pagos por cerca de siete de millones de euros desde el Barcelona a una empresa ficticia creada por Negreira por supuestas asesorías verbales.
Las dudas sobre los pagos del Barcelona
Las sospechas recaen en la veracidad de dichas asesorías y si en realidad este pago fue por otro tipo de servicios al club, incógnitas que surgen sobre todo por la gran cantidad de dinero que movilizaron entre ambas partes sin motivo aparente. Además, desde que Barcelona cambió de presidente, y dejó de efectuar pagos a la empresa de Negreira, sus ingresos cayeron drásticamente, esto porque los blaugranas eran prácticamente su único cliente y su razón de ser.
En el comienzo de la investigación, Negreira señaló que dichos pagos fueron efectuados porque Barcelona quería arbitrajes “neutrales” y “asegurarse de que no se tomaban decisiones en su contra” durante los partidos. Luego, cuando fue llamado a declarar ante la Fiscalía, se acogió a su derecho a no declarar con el argumento de que padece alzhéimer.
Además del exvicepresidente, Barcelona realizó pagos millonarios al hijo del exárbitro Javier Enríquez, esto por informes arbitrales de los que sí hay constancia documental. Estos pagos se hacían a través de una empresa del exdirectivo del club Josep Contreras, que a cambio percibía comisiones de hasta el 50% de lo pagado al coach deportivo.