El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), última instancia de apelación entre organismos deportivos, rechazó este viernes 26 de agosto de 2022 el recurso del Cardiff en relación al traspaso del futbolista argentino Emiliano Sala, fallecido en un accidente aéreo, desde el Nantes, al que deberán de pagar seis millones de euros correspondientes al primer plazo del fichaje, que se firmó por un total de 17 millones.
El tribunal de Lausana anunció en un comunicado su decisión y recalcó que considera que el traspaso del jugador quedó "completado", a pesar de que poco después el delantero argentino murió en un accidente aviación en el canal de la Mancha, cuando volaba de Nantes hacia Cardiff.
"Tras tomar en consideración todas las pruebas recogidas y todos los argumentos puestos sobre la mesa por ambos clubes, el panel del TAS decidió que el traspaso del jugador desde el FC Nantes al Cardiff City FC fue completado", indica la nota del organismo alrededor del conflicto que empezó poco después del fallecimiento de Sala.
"Dado que las condiciones establecidas en el acuerdo de traspaso se cumplieron antes de la muerte del jugador, la reclamación del FC Nantes del primer plazo del pago por el traspaso, en la cantidad de 6 millones de euros, quedó respaldada", agregó el TAS. La corte deportiva subraya que su decisión incumbe solo a ese primer plazo del acuerdo económico entre ambos clubes.
Autoridades en Gales determinaron responsables por accidente de Emiliano Sala
Hace casi 3 años una noticia sacudió al mundo entero, en especial al mundo deportivo, pues en enero del 2019 se desplomó el avión en el que iba el futbolista argentino, Emiliano Sala, quien se dirigía a Cardiff desde Francia para ir a firmar un contrato con un equipo de futbol. Sin embargo, en el Canal de la Mancha se estrelló el avión tipo Piper Malibu, donde el cuerpo de Sala fue encontrado junto a los restos del avión al fondo del mar, lamentablemente, el cuerpo sin vida del piloto, David Ibbotson, no fue encontrado.
Posteriormente, en una audiencia realizada en octubre del 2020, se dio a conocer que la licencia del piloto Ibbotson estaba vencida desde noviembre del 2018, por lo que la Rama de Investigaciones de Accidentes Aéreos (AAIB), informó al inicio de este año que el transporte aéreo expulsó monóxido de carbono mientras estaba en vuelo, y a la maniobra final del piloto para elevar el avión, hizo que desplomara por completo en el aire.