El Boca Juniors quedó fuera de la Copa Libertadores luego de caer en la tanda de penales y un gol anulado por el VAR pero la polémica no terminó allí, pues después del partido, futbolistas del cuadro xeneize causaron destrozos en la entrada de los vestidores y mantuvieron una trifulca contra las autoridades brasileñas.
En el estadio del Atlético de Mineiro terminó el juego con controversia luego de que desde la revisión del gol de Marcelo Weigandt, la banca del Boca Juniors no se autocensuró para gritarle al cuerpo arbitral que era una vergüenza que anularan un segundo gol, después del de Diego González en el juego de ida. Por lo que acabando el encuentro, los jugadores terminaron en disputa con la policía de Brasil.
La pelea entre futbolistas y autoridades terminaron con el lanzamiento de vallas y botellas y estas, para dispersarlos, optaron por arrojar gas lacrimógeno a la plantilla del conjunto argentino así como el cuerpo técnico.
