Amou Haji, un iraní mejor conocido como "el hombre más sucio del mundo" por no haberse bañado en más de medio siglo, falleció a sus 94 años en el pueblo de Dejgah en la provincia de Fars (sur de Irán), indicó un medio oficial este martes.
Según un responsable local, Hají había pasado la mayor parte de su vida en el pueblo donde no tenía esposa ni familia y que evitaba bañarse por miedo a "enfermarse". Durante muchos años, este hombre estuvo cubierto de hollín y suciedad, tenía una enorme aversión al agua y jabón.
Su vida fue documentada por un cortometraje titulado "La extraña vida de Amou Haji" el cual fue realizado en 2013, según los medios locales. Cabe mencionar que por primera vez hace unos meses, los aldeanos lo llevaron a un baño para lavarse. "Poco después, se enfermó y finalmente, el domingo murió" informaron medios de comunicación de Irán.
¿Por qué el hombre más sucio del mundo no se bañaba?
El anciano iraní comentó anteriormente que eligió no bañarse luego de experimentar “contratiempos emocionales en su juventud” y desde entonces se aisló y dejo de bañarse. Haji también tenía un gran rechazo a la comida y bebidas frescas.
En una entrevista mencionó que su comida favorita era el puercoespín podrido y prefería tomar cinco litros de agua por día en una lata de aceite oxidado. El líquido lo recolectaba de los charcos más cercanos.
Este hombre le gustaba comer animales atropellados y le gustaba fumar heces de animales en una pipa vieja, en lugar de tabaco.
¿Cómo era el estado de salud del hombre más sucio del mundo?
Amou Haji hace casi 8 años se realizó a un examen frente al doctor Gholamreza Molavi en la Escuela de Salud Pública de Teherán. Lo examinaron a pruebas de ETS, Hepatitis y parasitología. Los resultados sorprendieron a todo el mundo: dio negativo a todo.
No tenía bacterias ni riesgo de salud, por lo que su falta de higiene no afectaba a su estado de salud. Según Molavi, el hombre más sucio del mundo tenía un sistema inmunológico fuerte.