Test de personalidad: Escoge un rostro y descubre que desorden mental tienes

El test Szondi de personalidad sugiere que los desordenes mentales o de la personalidad se relacionan con el rostro que elijan los interesados.

Este test de personalidad ha circulado recientemente por las redes sociales, se trata de una imagen con 8 perturbadores rostros que incomodan a los usuarios, dependiendo de cuál cause mayor incomodidad se relaciona con algún desorden mental.

Lo impactante de este test es que muchos de los usuarios de redes sociales aseguran que las respuestas son realmente certeras.

Test Szondi de personalidad

En realidad esta prueba psicológica es muy antigua, la creó el psiquiatra húngaro Leopold Szondi, al buscar revelar los secretos y deseos del inconsciente apoyado de la teoría que decía que la gente se siente atraída a lo que es similar a ellos mismos.

Entonces el psiquiatra eligió algunas fotografías de personas son trastornos mentales diagnosticados y las mostraba a sus pacientes, así que dependiendo de con cuál se sintieran atraídos el doctor hacía un diagnóstico. En su momento fue muy popular por sus sorprendentes resultados, pero fue desechada por la comunidad científica cuando se determinó que la apariencia física no determina la salud mental.

Pero actualmente se retomó como forma de entretenimiento, ya que los rostros y sus respuestas siguen causando incomodidad entre los espectadores.

¿Quieres intentarlo y demostrar por ti mismo qué tan confiable es este test? Escoge el rostro que más te perturbe, debajo encontrarás los resultados.

Esperamos que pases un buen rato descubriendo tu respuesta, sin embargo, recuerda que no debes tomarte muy en serio el resultado ya que es una prueba rápida y antigua. Si quieres un diagnóstico confiable debes acudir con un especialista.

Respuestas test Szondi de personalidad

1. Sádico

Sufriste mucho de abusos de autoridad en tu infancia, por lo tanto estás acostumbrado a reprimir el sentimiento de dominación. Aparentas ser pasivo  y amigable, incluso podría parecer que disfrutas ayudando a los demás, pero en realidad reaccionas de una manera pasivo-agresiva cuando alguien intenta dominarte. La verdad es que te encanta ver el sufrimiento de otras personas, física o emocionalmente, aunque luchas contra estos pensamientos cuando los haces conscientes.

2.Epiléptico

Sueles ser una persona intensa, tanto para lo bueno como para lo malo, pero desde la infancia estás acostumbrado a reprimir ese impulso o ira. Aunque sueles lograr mostrar una máscara de persona pacífica y confiable, a veces brotan sentimientos negativos. Estos cambios tan radicales pueden hacer que las personas te crean bipolar.

3. Catatónica

Eres una persona sumamente inteligente, por lo tanto, hiperactiva. Sin embargo vives en una constante lucha por mantener la calma, lo cual puede desgastarte mental y físicamente. Debes enfocarte más en tus propias necesidades y las de los demás para generar una mayor conexión contigo mismo y el mundo que te rodea.

4. Esquizofrénico

Quienes escogen el rostro de esta mujer suelen reprimir la apatía por los demás. Aunque se sienten mucho más cómodos en la soledad, invierten mucha energía en relacionarse con su 5. Histérica

Si te sentiste extrañamente atraído por esta imagen puedes ser una persona modesta y sincera. Pero en realidad te gusta ser el centro de atención, por esto te gusta mucho dar una buena primera impresión y cuidar mucho tu apariencia.

6. Depresivo

Aparentas ser una persona muy optimista y extrovertida, como si todo te fluyera con naturalidad, pero en realidad vives una constante batalla interna con una depresión muy fuerte producto de la culpa y autodesprecio. Recupera tu autoestima aceptando que tienes un problema.

7. Maniaco

La gente te puede asociar con una personalidad muy analítica, equilibrada y madura. Te cuesta trabajo aceptar el caos o las emociones desbordantes. Tampoco toleras a las personas muy ruidosas o extravagantes. Tienes que trabajar en soltar un poco el control y dejar salir tus impulsos.

8. Trastorno de identidad disociativo

Seguramente en tu infancia fuiste retado o difamado por una figura de autoridad. Cuando creciste este trauma te hizo cuestionar tu actividad sexual, al punto de darle mucho mayor peso a este aspecto. Tal vez menosprecies a otras personas de tu propio sexo por no actuar como hombres o mujeres.

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