Los artesanos mexicanos se alistan para una de las épocas más fructíferas y espirituales del año, el Día de Muertos, fabricando las icónicas calaveritas de azúcar o modernos objetos como platos de vidrio reciclado con las tradicionales figuras de la temporada.
Comestible, colorida y alegre, la figura de un cráneo revestido de dulce, conocido como la calaverita de azúcar, se ha convertido en una de las artesanías más icónicas del país y de los festejos mexicanos del 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre.
Esta celebra a los difuntos y a su vez parodia con humor blanco el destino que a todos espera, la muerte, al portar en la frente un pequeño letrero con el nombre de quien la recibe.
FRENTE A LA CRISIS
Muchos mexicanos se preparan y alista para continuar con el patrimonio que han labrado durante más de un siglo. La producción de dulces que se da al año es de 200.000 a 250.000 unidades. El trabajo comienza en septiembre y termina en octubre.
La empresa, que también comercializa otros dulces mexicanos tradicionales el resto del año en su puesto en el mercado de La Merced, no estuvo exenta de la crisis que atravesó el mundo por el coronavirus en el 2020 y que continúa hasta ahora.
ARTESANÍAS CON CONCIENCIA AMBIENTAL
Algunos de los artesanos trabajan con reciclaje para no afectar al medioambiente y ofreciendo un producto original. Con lo que llegan a trabajar estos artesanos son con vidrio reciclado, cartón, latas de refresco, bolsas de plástico, periódico y envases de leche son algunos de los materiales que la pareja utiliza para realizar joyería, cestería, calaveras decorativas, platos y un sinfín de objetos.
Susana y su esposo comienzan en mayo a preparar el terreno para las festividades del Día de Muertos, que llegan a su máximo esplendor entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre. A la par, se preparan para la Navidad desde septiembre.
Se sabe que las ventas bajaron el año pasado por la pandemia, aseguran que sus clientes de siempre han seguido comprando y que el último trimestre del año es el más fuerte para su negocio.
Un poco de esperanza para estas manos artesanas que esperan este 2021 recuperar el terreno perdido en el fatídico 2020, en el que la economía mexicana se desplomó un 8,2 %.