Gracias a una prueba PCR para detectar Coronavirus, una mujer en Nueva Zelanda descubrió el motivo que le provocó intensos dolores de cabeza durante 37 años.
Identificada con Mary McCarthy, la trabajadora en la cocina de un hospital en Addington, Nueva Zelanda, fue sometida a una prueba de Covid-19 extremadamente dolorosa el año pasado, por lo que las complicaciones nasales que ya presentaba se agravaron durante los próximos días y le desencadenó fuerte dolores en los senos paranasales y la cabeza.
"Mi nariz goteaba constantemente y tenía mucho dolor", contó la mujer de 45 años al medio local Stuff. Platicó que acudió con varios médicos generales que atribuyeron el dolor a una enfermedad crónica en su nariz, misma que dejó pasar sin preocupaciones, pues durante 37 años ya había tenido dichos problemas.
Días posteriores, McCarthy terminó de trabajar con mucho dolor, por lo que acudió a urgencias de un hospital, en donde le realizaron una tomografía. “Afortunadamente, la enfermera y el médico creyeron que era más que dolor en los senos nasales. Me preguntaron si alguna vez me había metido algo en la nariz y les conté sobre el tiddlywink, como riéndome ", dijo la mujer.
La tomografía reveló un objeto en la parte superior de la nariz de la cocinera, aunque no parecía un tiddlywink. El médico intentó quitárselo mientras estaba despierta, pero era demasiado grande y demasiado doloroso, por lo que la mujer fue sometida a una operación, para que el objeto fuera empujado por su nariz y extraído por su boca. La prueba de Covid había desprendido el disco y provocado una infección.
“Cuando me desperté dije, '¿qué era?'. Y dijeron que era la risa del hospital, un una ficha de winks y que ni siquiera había perdido su color. Había calcificación a su alrededor y probablemente por eso mi nariz se había torcido un poco ".
¿Qué es un winks?
Tiddlywinks, es un juego creado en Inglaterra en la década de 1860 que utiliza conjuntos de pequeñas piezas en forma de disco llamadas “winks” .
Mary recordó que cuando tenía 8 años estaba jugando con sus siete hermanos al tiddlywinks, y en medio del juego terminó con una de las pequeñas piezas en su nariz. "Una vez inhalé accidentalmente una en lugar de soplarla, y estaba un poco asustada para decírselo a mi madre, así que no lo hice. Recuerdo estar aterrorizada en ese momento, pensando ¿a dónde se ha ido?", recordó.