Alberto Sánchez Gómez, ciudadano español, fue condenado a 15 años y cinco meses de cárcel por homicidio agravado por parentesco y profanación de cadáveres, luego de asesinar y comerse a su madre en "pedacitos" en el barrio de Ventas, Madrid.
La policía nacional de España informó en su momento que el atroz hecho ocurrió a finales de febrero de 2019, cuando el sujeto, también conocido como el "caníbal de Ventas", tuvo una fuerte discusión con su madre en el departamento que compartían, por lo que la estranguló hasta la muerte, cortó su cuerpo con una sierra de carpintero y dos cuchillos de cocina, almacenando algunas piezas en su congelador y arrojó algunas otras en bolsas de basura.
De acuerdo con los informes policiales, el joven de 28 años se comió a su mamá por partes, durante los 15 días siguientes de cometer el asesinato, con la intención de no dejar rastro. El periódico El País señaló que al momento de su captura, en 2019, Sánchez Gómez confesó que alimentó a su perro, Coque, con algunos trozos de carne.
Durante el juicio a Alberto Sánchez, la Audiencia Provincial de Madrid escuchó los argumentos de la defensa del acusado, quien argumentaba que tenía problemas psicológicos para reducir la condena en seis años y cuatro meses. Sin embargo, los vecinos del joven, su hermano y hasta los psiquiatras que lo evaluaron, enlistaron los diferentes problemas que veían en Sánchez, comenzando por el fuerte consumo de drogas y las frecuentes peleas que mantenía con su madre.
El “Caníbal de Ventas", un hombre narcisista
En el caso de los psiquiatras que lo evaluaron, determinaron que el joven no presentaba sintomatología psicótica, como lo argumenta su defensa, señalando que Sánchez había escuchado voces de: “Mata a tu madre”. Agregaron que Alberto presentaba “trastorno de personalidad antisocial y de paranoia” que, según informaron, “no modifica las funciones intelectuales”.
Los médicos detallaron que el “caníbal de Ventas” tenía un “perfil psicopático y narcisista”, lo que quiere decir que el sujeto puede distinguir entre lo que está bien y está mal, sólo que no le importa”.
Las conclusiones de los especialistas fueron las que dictaron el veredicto final de la Audiencia, para que lo condenaran a más de 15 años de cárcel y una indemnización de 60 mil euros que tendrá que pagar a su hermano.