Alejandro González Iñárritu fue el primer director mexicano en ser nominado al Oscar y el primero también en ganar el premio a la mejor dirección en el Festival de Cine de Cannes. Iñárritu, como se le conoce popularmente al cineasta, cambió la forma de ver y hacer el cine mexicano con su ópera prima: "Amores perros'' (1999), película que atrajo masivamente a la audiencia a las salas de cine en el año 2000.
Dividida en tres historias –la de una modelo con una pierna amputada, un activista vuelto indigente y unos hermanos peleando por la misma chica–, se volvió en el referente del cine mexicano del siglo 21 no sólo dentro, sino fuera del país. Todos querían abordar la violencia y el drama retratados en la cinta y, evidentemente, repetir el éxito de la ópera prima del exlocutor que captó a casi tres millones de espectadores en el país.
Antes de convertirse en cineasta, Alejandro González Iñárritu incursionó en la radio a través de WFM en 1984. Sus primeras relaciones con el cine las hizo como compositor, en filmes como "Un macho en el salón de belleza" (México, 1987), de Víctor Manuel "Güero" Castro, y "Garra de tigre" (México, 1989), de Hernando Name.
Después de pasar por la televisión, como productor en Televisa, de hacer anuncios publicitarios y estudiar cine bajo la batuta de Ludwik Margules, consiguió rodar los cortos “Detrás del dinero'' (1995) y “El timbre” (1996), ya con su productora. Tres años más tarde, concluyó su primer largometraje, con el cual logró notoriedad internacional, la cual se subrayó con “21 gramos” (EU, 2003) y “Babel” (EU-México, 2006).
De sus seis largometrajes, no ha habido uno que no haya ganado un premio o no haya sido reconocido por la crítica. "Amores perros", por ejemplo, obtuvo el premio Young Award en Cannes; "Babel" (2006), le valió el premio de dirección en Cannes y su primera nominación como director en los Oscar; "Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)" (2014) y "El renacido" (2015) lo llevaron a obtener el premio a la mejor dirección consecutivamente en los premios Oscar (el tercero en lograrlo, pero el primero desde los años cincuenta).
En una entrevista concedida a la sección Cultura del periódico "El financiero" a propósito de "Babel", Iñárritu señaló que ha logrado conservar su visión "siendo muy necio, peleando mucho, trabajando mucho y tratando de defender una visión. Creo que ése es el trabajo de un director: una vez que tienes algo que decir, ser congruente con eso, ser muy sólido y tratar de comprometer lo menos posible lo que para ti es lo más importante de algo. Y bueno, también hay que tener la visión de reunirte y poder encontrar a los socios adecuados en el momento adecuado, lo mismo que los colaboradores".
González iñárritu trabaja en la posproducción de "Limbo", largometraje que filmó en México el año pasado.