Tras hacerse pública la demanda civil de abuso sexual que Virginia Giuffre presentó en Nueva York en contra del príncipe Andrés, la monarquía pudiera estar tomando serias medidas al respecto.
Virginia también dice haber sido una de las víctimas del caso de pedofilia protagonizado por Jeffrey Epstein. De ahí que, la reina Isabel II mandó llamar a su hijo, el noveno en la línea de sucesión al trono británico, para tener una reunión con él.
Se reúnen Andrés y la reina Isabel II
Trascendió que se vieron el martes en el Castillo de Balmoral, donde la reina se encuentra pasando sus vacaciones de verano desde hace unos días.
De hecho, Andrés fue visto dirigiéndose a la propiedad escocesa e iba acompañado de su exesposa, Sarah Ferguson. Por el momento, no se sabe qué tipo de conversación han tenido, pero las declaraciones de la supuesta víctima, poner a temblar a la corona inglesa.
"La familia real sabía que el príncipe Andrés encontraría más problemas por su vínculo con Epstein, y por eso decidió mantenerlo alejado de la vida pública como respuesta, desde 2019", escribió ayer a Sky News la experta en realeza Angela Levin.
La mansión tiene 30 habitaciones
En paralelo, parece que el príncipe Carlos y el príncipe William también han reaccionado ante este nuevo escándalo y, de acuerdo con MailOnline, los miembros de la realeza de mayor rango ahora están discutiendo si Andrés debería mantener Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones donde vive desde 2008 y que comparte con su ex esposa, Sarah Ferguson.
El escándalo personal en curso que involucra al príncipe Andrés y Jeffrey Epstein es una fuente de mucha angustia para Carlos y William, quienes están tratando de proteger el futuro de la monarquía", aseguró una fuente a Daily Mail.
"Se cree que el príncipe William ha expresado interés en hacerse cargo de Royal Lodge en algún momento en el futuro y es poco probable que Carlos se interponga en su camino", apuntó.