Con 73 años, el matrimonio de la Reina Isabell II con el príncipe Felipe se convirtió en el más largo de la monarquía Inglesa, y se remonta a cuando la monarca tenía tan solo ocho años.
Fue justo a esa edad, cuando la Reina Isabell II asistió a la boda de los duques de Kent, Jorge y Marina, en la que vio por primera vez a Felipe, que en ese entonces solo tenía 13 años. Eran solo unos niños, sin embargo, en el destino estaba escrito que se reencontraran 5 años después y ya jamás se separaran.
El 22 de julio de 1939, cuando la aún princesa Isabel coincidió con el joven y apuesto Felipe que acaba de cumplir 18 años, en la academia naval de Darmouth, Inglaterra.
Según el historiador real Christopher Warwick, el romance creció gradualmente: "La princesa Isabel a los 13 seguía vistiendo calcetas cortas de color blanco y el abrigo que combinaba con el de su hermana Margarita. Felipe tenía 18. Él ya tenía novias".
Por su parte, el biógrafo Nicholas Davies mencionó en el libro "Elizabeth II: Behind Palace Doors" que Isabel junto a su padre, el rey Jorge VI, y su hermana la princesa Margarita se embarcaron en el yate Victoria and Albert para visitar la academia a la que pertenecía Felipe de Edimburgo.
En ese mismo barco, se encontraba, Louis Mountbatten, tío y mentor del príncipe Felipe y mano derecha del rey Jorge, quien sugirió que Felipe cuidara y jugara con las princesas Isabel y Margarita, debido a un brote de sarampión en la Universidad Naval Real.
La Reina Isabel ya no quiso ver a nadie más
Ese día, según Marion Crawford, la institutriz de las princesas Isabel y Margarita, en su libro de memorias, donde recordaba las palabras de la futura Reina tras su encuentro con Felipe: "¡Qué bueno es! ¡Qué alto puede saltar!", fue lo que dijo la Reina Isabel II, luego de que el joven atravesara de un salto la red de una pista de tenis.
Después de ello, cuando la familia real regresó a su yate, Felipe subió a un bote y les siguió; la entonces princesa ya no podía dejar de mirarlo hasta que quedo fuera de su vista.
De acuerdo a la revista "Vanity Fair" en el 2013, la joven Isabel se enamoró perdidamente de Felipe y ya no quiso saber de nadie más, algo que también le confesaría el propio Louis Mountbatten al príncipe Carlos en una carta.
Era un mal año para enamorarse, debido a que la Segunda Guerra Mundial estaba comenzando, sin embargo, la Reina Isabel II y Felipe de Edimburgo, comenzaron a escribirse largas cartas donde la formalidad poco a poco dejaba paso a la intimidad.
Ocho años después, la casa real confirmó el compromiso de la princesa Isabel con Felipe de Grecia y Dinamarca, que se casaron ese mismo año en la abadía de Westminster.
