J Balvin, legalmente José Álvaro Osorio Balvín, utiliza a nivel profesional una combinación de su inicial y del apellido de su madre, que resulta además fácil de pronunciar tanto en español como en inglés. Pero antes de decidirse por este nombre artístico, el cantante de reggaetón tenía otras posibilidades y ahora ha desvelado para el programa "Hot Ones" , que si hubiese decidido escuchar a las personas de su entorno, el mundo podría haberle conocido de otra manera.
"Cuando estaba buscando mi nombre artístico, uno de mis amigos raperos me dijo que debería usar uno picante, como 'Scotch Bonnet', que resulta ser el nombre de un tipo de salsa. Y ahora por fin comprendo a qué se refería", ha explicado en el programa, en el que curiosamente se ha topado con este condimento mientras comía alitas de pollo a lo largo de la entrevista.
J. Balvin fue su propio manager que autodenomino José
La idea de usar un alias le resultó muy útil en sus inicios, cuando se encargaba de manejar personalmente todos los aspectos de su carrera, porque le permitía contestar a las llamadas de trabajo como José para que diera la impresión de que contaba con un gran equipo a su alrededor. "Solía ser mi propio mánager. Veías mi nombre, José, hablando en representación de J Balvin. Respondía al teléfono diciendo: '¿Quieres a J Balvin? Déjame hablar con él y ver si le interesa y si su agenda está libre'. Y era todo yo", ha recordado sin poder contener la risa.
Seguramente no será el único artista que haya utilizado el truco de fingir que tenía mánager o secretaria al principio para intentar darse un poco más de importancia, pero el hecho de que lo haya reconocido abiertamente y lo haya contado con tanta naturalidad ya nos parece una auténtica fantasía.
J. Balvin fue confundido con J. Balvin
J Balvin ya tiene otra anécdota cómica para coleccionar en sus recuerdos desde que se convirtió en un ícono del género urbano latinoamericano. El colombiano decidió visitar una tienda en Queens, Nueva York, y allí tuvo un graciosísimo cruce con una mujer que atendía el local.
Mientras iba con la cara cubierta, aprovechó para sacarse la protección, sacó su teléfono móvil y le pidió a la señora que repitiera lo que había dicho. Hasta donde dejó ver J Balvin, la mujer ni se enteró que realmente estaba tratando con el afamado artista antioqueño.