El príncipe Andrés se niega a abandonar temporalmente el Royal Lodge, pues considera que si se sale no volverá a entrar. Actualmente, el rey Carlos III se encuentra distanciado de su hermano.
Desde que se dio a conocer que el príncipe tenía una amistad con Jeffrey Epstein, la relación de la familia real británica se fracturó, pues fue despojado de su títulos, de sus funciones y lo mantienen en la sombra.
Las razones por la que no se quiere salir el príncipe Andrés de Royal Lodge
El rey está reduciendo gastos y ha pedido en repetidas ocasiones a su hermano y a su esposa, Sarah Ferguson, que abandonen el Royal Lodge, propiedad situada en Windsor Great Park, un parque de casi 2.000 hectáreas ubicado en el sur de la ciudad de Windsor, con un valor de 35 millones de euros.
El miedo del príncipe es no poder volver allí, donde ha estado durante dos décadas, si decide salir. El padre de Eugenia y Beatriz de York tiene firmado un contrato de arrendamiento a largo plazo de la propiedad, algo que le va a perjudicar.
“Tiene reparaciones en el tejado programadas para finales de este verano que tardarán varios meses en completarse y se le ha aconsejado que permanecer en la casa durante esas renovaciones podría resultar problemático”, dijo una fuente cercana a la familia real británica a “Mail”.
Mientras, el rey Carlos III desea que su hermano, Andrés, se vaya a vivir a Frogmore Cottage, la propiedad que se le había regalado al príncipe Harry y Meghan Markle, incluso ahí se alojó el hijo menor de la princesa durante el juicio que enfrenta contra el grupo editorial “The Mirror”.