El Gran Premio de la Ciudad de México disputó su vigésimo tercera edición en 2022, aunque celebró el 60 aniversario de la primera vez que la categoría reina del automovilismo llegó a la Magdalena Mixhuca, incluso con decoración en distintos espacios del circuito, un museo conmemorativo por las seis décadas e incluso Max Verstappen se llevó un reconocimiento especial como poleman con una réplica de los dos cascos que usaron Ricardo y Pedro Rodríguez de la Vega, quienes también bautizan el trazado de la capital azteca.
En ese marco, también una de las tragedias históricas del automovilismo mexicano cumple seis décadas de ocurrir, luego de que en esa primera edición, aún sin entregar puntos de manera oficial al campeonato de pilotos, Ricardo Rodríguez, piloto mexicano quien ostentó el récord de ser el piloto más joven en la historia dentro de una parrilla hasta que llegó el ahora dos veces campeón del mundo Max Verstappen.
En aquella ocasión, Ricardo Rodríguez, quien ya era piloto para la Scuderia Ferrari, pidió un permiso especial para poder competir en la prueba mexicana bajo un Lotus especial. Ya en casa, como uno de los rostros esperados en la entonces nueva pista mexicana, tuvo un accidente fatal en la curva peraltada, luego de que su monoplaza tuviera un impacto con el riel de seguridad y el mexicano saliera desprendido de la unidad.
Tras la muerte del menor de los hermanos Rodríguez, el I Gran Premio de la Ciudad de México se llevó a cabo y Jim Clark tomó su primera bandera a cuadros en la historia y un año más tarde se incorporó al calendario oficial de la Fórmula 1 hasta 1970 en esa etapa inicial.
La canción que cristalizó la trágica historia del menor de los Rodríguez
Por aquella época, el rock and roll era uno de los géneros más populares en el país con símbolos como Enrique Guzmán, Angélica María y César Costa. Este último hizo un cover de la canción "Tell Her That I Love Her" cantada por Ray Peterson en 1958 titulada "La historia de Tommy" en la que se relataba la historia de una joven pareja donde el novio fallecía en un incidente en una carrera, lo que le relacionó con el trágico momento, así como a la película homónima (Dile que la quiero) con el mismo cantante como protagonista que salió en 1963, un año después.