Pasar tiempos con sus hijos Lucerito y José Manuel es una de las cosas que Manuel Mijares más disfruta, por ello decidió hacer maletas y emprender junto con ellos una nueva aventura al continente asiático, que no solo les servirá para hacer recuerdos en familia, sino que también es la oportunidad para celebrar el cumpleaños número 65 del cantante.
El intérprete de temas como “Baños de mujeres” y “Soldado del amor” decidió llevarse a sus hijos a Japón, para mostrarles las bellezas y cultura de ese país, además de compartirles lo que representa para él, pues recién concluyó sus estudios en Administración de empresas vivió en ese país.
A través de su Instagram, Mijares compartió algunas imágenes de lo que ha sido el viaje al lado de sus hijos, donde parece que han estado muy felices recorriendo lugares emblemáticos del país.
“Visitando parte de los inicios de mi carrera”, escribió el cantante junto a una de las postales en la que se le puede ver abrazado caminando de espaldas y tomado de la mano con sus hijos. Asimismo, Lucerito Mijares también compartió un carrusel de imágenes al lado de su famoso padre solamente, pues a su hermano José Manuel no le gusta estar en el ojo público.
“Gracias por este viaje tan increíble y por enseñarme este país tan mágico. Te amo. ¡P.S se van poniendo mejor las fotos! Disfruten”, escribió la también hija de la cantante Lucero, junto a las imágenes.
Ante estas imágenes la cantante Lucero reaccionó: “¡Mi preciosa! ¡Qué súper viaje se aventaron qué maravilla!, pero ella no fue la única famosa comentó pues también lo hicieron Chantal Andere, Itatí Cantoral, Ricardo Margaleff y el productor Juan Torres.
¿Por qué Mijares vivió en Japón?
Sin duda, Japón trae muchos recuerdos a la mente de Mijares, quién en una entrevista con Jordi Rosado reveló que tenía 23 años cuando decidió vivir por unos meses allá y probar suerte en el mundo de la música, cantando en diversos lugares.
El cantante recordó que fue contratado por un centro nocturno junto a una banda y que el pueblo en el que se quedo estaba a seis horas en tren bala desde Tokio. Su trabajo en ese centro nocturno no solo consistía en cantar y tocar, sino que también tenía que hacer que los clientes consumieran dentro del local.
