Esmeralda Pimentel tiene 32 años y una carrera como actriz que rebasa la década. Una foto suya, en la que muestra sus estrías en sin pena, la volvió trending topic. Pero Esmeralda no es ninguna novata ni alguien que requiera llamar la atención a costa de lo que sea. Su consolidación con protagónicos en telenovelas se dio en 2014, cuando hizo "El color de la pasión". Aunque su salto a la fama internacional fue con "La vecina" (2016), telenovela en la que interpretó a Sara. Ese mismo año participó en dos películas: "Cuando los hijos regresan" y "El que busca encuentra".
Pero convertirse en actriz fue fortuito. Cuando la guadalajarense concursaba en Nuestra Belleza México, las participantes visitaron el Centro de Educación Artística de Televisa, donde ella acabó perdida pero encontrando su profesión: se acercó a la ventana de un salón y "vi como un manicomio: eran personas vulneradas, expresándose, sacando mucha rabia, aunque otras estaban muy felices y todas concentradas en un mismo salón. Hacían, cada una, catarsis a su manera. Eso me conmovió muchísimo", le dijo a la revista "Skyview" en un extenso artículo.
Ella no quería salir en la tele, sino explorar sus emociones. Logró entrar al CEAT y luego empezó a hacer teatro y se quedó en el elenco de la telenovela "Abismo de pasión", aunque tenía dudas: "Estaba a dos semanas de estrenar junto al señor Ignacio López Tarso 'La tempestad', de Shakespeare. Yo era Miranda, y le conté que rechacé la oferta. Me dijo: 'Ve, niña. No tienes dinero para vivir, lo necesitas. Ve, haz una carrera, un nombre y después vuelves al teatro'. Respondí: 'no sé si vuelva a tener la oportunidad de trabajar con usted'. Dijo: 'Ojalá y la vida nos junte'. Hasta ahora no he tenido la oportunidad de trabajar con él, pero no paré. Hice esa telenovela, luego otra, otra y ya no paré".
En 2018 protagonizó "La bella y las bestias'', serie que obtuvo una excelente respuesta en Estados Unidos. Se dice que alcanzó una audiencia de 1.7 millones de espectadores y su primera temporada está disponible en Netflix. Esta serie, dice Esmeralda, representa un gran acierto en su carrera. "Fue un proyecto radicalmente distinto a lo que había hecho. Interpretaba distintos personajes dentro de la misma trama, donde había muchos combates, y todos los hice yo. Grabé mientras me entrenaba en artes marciales".
Pero, además, hizo grandes amigos y conoció a su pareja actual, Osvaldo Benavides, con quien compartió créditos allí y en su proyecto en una serie estadounidense.
"Yo adoro hacer tele, me encanta. Aprendí muchísimo, de verdad, es una gran escuela hacer telenovelas. Me sorprende mucho que justo la gente que hace tele, la rechaza o se avergüenza, pero para mí es una gran escuela. Pasar de una situación dramática a otra, sin grabar en orden cronológico, y haciendo todo eso con calidad y dignamente, creo que es muy complejo. El teatro o el cine son una escuela, algo totalmente diferente. Ahorita decidí abocarme a los proyectos que me hagan crecer. Lo último que hice en tele fue "La bella y las bestias", luego me fui a estudiar [dirección de cine en Los Ángeles] y después, según yo, iba a empezar a dirigir mis cortometrajes, pero se presentó un obra de teatro ('Enfermos de amor') y dije lo pospongo un poquito".
Luego de eso, hubo un bache en su carrera: un cambio de look radical y una serie de rechazos hasta que le llegó la oportunidad de trabajar en la cuarta temporada de "The Good Doctor". Cuando la filmación llegaba a su fin, posteó en su Instagram: "Hoy es el final de la cuarta temporada de @thegooddoctorabc y yo sólo tengo palabras de gratitud por esta maravillosa experiencia!
“ANA MORALES, llegaste en el momento que más lo necesitaba, justo cuando comenzaba a sentir que todo se me caía a pedazos, tú me elegiste para regalarme una de las experiencias más hermosas y de profundo aprendizaje en mi carrera”.
Esmeralda, en el artículo citado líneas arriba, dijo: "No hay nada más que desee que, a través de lo que yo hago, las personas encuentren un poco de sanación y reflexión, que los lleve a cuestionarse, a indagar más, a querer ser mejores. Es lo que me pasa cuando veo teatro o cualquier proyecto, no importa si es película. Cuando ese cuestionamiento se queda en ti por horas y te lleva a tomar acciones como meditar, leer, hablar con una persona, no sé, cuando esos cuestionamientos te llevan a ser mejor persona, entonces todo tiene sentido".