Muchos han sido los mitos que se han tejido alrededor del luchador El Santo, enmascarado de plata, de quién solo muerto se supo su verdadero nombre, Rodolfo Guzmán Huerta, y se conoció su rostro; aunque hubo un hombre que lo traicionó y estuvo a punto de romper con la magia y el misticismo de este personaje netamente mexicano, cuya herencia continúa y este 23 de septiembre es honrado con motivo de su natalicio.
Solo tres periodistas fueron a quienes El Santo les depositó su confianza al decidir mostrar en vivo y de manera fugaz ante las cámaras de televisión su rostro. Guillermo Ochoa en 1982 en programa "Hoy Mismo" y un año después a Ricardo Rocha para "En vivo" y Jacobo Zabludovsky en "Contrapunto", aunque nunca imaginó que esta otra leyenda lo traicionara, pese a haber un trato de por medio.
Sí, Jacobo Zabludovsky fue esa persona que lo traicionó en enero de 1984 al mostrar en su noticiero "24 horas" una imagen congelada del video, justo momento en el que el luchador mostraba parte de su rostro. Además de vender la historia con el titular de El Santo se quita la máscara.
Años más tarde, El hijo del Santo, el heredero de la máscara a la muerte de este icono popular, ha comentado en repetidas ocasiones a los medios que lo sucedido fue un abuso de confianza por parte del periodista, ya que había un previo acuerdo entre Jacobo y el luchador, así como en su momento existió con Ricardo Rocha y Guillermo Ochoa.
"El video no sería repetido ni la imagen congelada", recordó el hijo de la leyenda. El Santo conservó su máscara hasta el día de su muerte, un 5 de febrero de 1984, un mes antes habría ocurrido este desafortunado incidente, que además creó algunas leyendas entre los fanáticos que aseguraban que el haber mostrado su rostro había sido motivo de su fallecimiento.