Ana Bárbara es una de las artistas gruperas más reconocidas en México y el mundo destacando desde hace mucho años en la industria del espectáculo. La famosa, además de su talento, también ha sorprendido siempre por su espectacular físico, pero a pesar de ello, se sabe que ha sufrido mucho a causa de sus trastornos alimenticios, dato que dio a conocer apenas algunos años atrás.
Echar un vistazo al 2005 es recordar uno de los momentos más agridulces de su vida. Recordemos que aquel año fue cuando comenzó una relación con José María Fernández El Pirru, situación que le generó una serie de críticas e insultos por haber unido su vida a quien fuera esposo de Mariana Levy quien falleció en abril de ese mismo año.
Al comenzar su romance con Pirru, formó una familia en la que lograron unir a sus hijos; Emiliano, el primogénito de la cantante y Paula y José Emilio, los hijos de Mariana Levy y El Pirru.
Aunque por palabras de la misma Ana Bárbara, la relación que tuvo con El Pirru fue una montaña rusa de emociones. La cantante y compositora confesó por primera vez que fue una de las etapas más complicadas de su vida:
“Cuando el universo me llevó a enamorarme de una persona que era viuda y eso le dio carne, le dio carroña a muchos medios y pues hicieron un verdadero infierno de todo, de mi, de carrera, fue muy difícil.
Fue muy difícil de superar a nivel profesional, porque fueron ataques terribles y salir de ahí fue muy, muy duro a nivel emocional, pero también profesional porque me afectó en todos los sentidos.
Tuve que dejar la carrera, tuve que hacer cambios absolutos para poder llevar esa dinámica de una mamá que tenía un hijo, a una mamá que en menos de un año tenía 4. Porque acuérdate que en mi noche de bodas salgo embarazada de Chema, yo planeaba esperarme dos años (…) eran puros bebés".
Ana Bárbara tembién recordó lo difícil que fue primero aceptar todos los juicios y malos comentarios hacia su persona, para después terminar la relación en términos un tanto incomodos.
Para ella el haberse separado del Pirru después de haber creado una familia tan grande y lo comparó como el duelo que se vive cuando alguien fallece:
“Yo no voy a juzgar a Pirru, ni a nadie, porque él sabrá cómo pasaron las cosas, yo me limitó a decir que fue muy dolorosa porque no perdí una familia, perdí todo, me quedé en medio de la nada, me quedé emocionalmente temblando. Hay una imagen que nunca voy a olvidar, en el cuarto de su cuarto en Cancún diciéndome:
‘Mamá, ¿por qué se siente la casa tan sola?’, es muy doloroso y es algo que nadie te puede decir cómo se debe de vivir, es casi, casi una muerte, que se muera una familia es algo bien doloroso”.