En la serie "The Crown" de Netflix, en la cual se retrata en la ficción la vida de la realeza, abarcando secretos y polémicas de la familia real, se muestra una evidente conexión entre el príncipe Felipe y su hija, la princesa Ana, desde el nacimiento de ella.
Dicha relación se sustenta en uno de los episodios de la cuarta temporada en el que la Reina Isabel II le pregunta al príncipe Felipe, quién es su hijo favorito, a lo que él, sin pensarlo, responde: "Ana".
En la ficción se muestra la complicidad entre Felipe de Edimburgo y su hija, la princesa Ana, una relación mucho más cercana que la que su hija pudo haber tenido con la misma Reina, por lo que las palabras de despedida a su padre, fueron muy emotivas.
A través de la cuenta oficial de la realeza "@theroyalfamily", fueron difundidas las palabras de la princesa Ana hacia su difunto padre, que comienzan de una manera muy emotiva.
Princesa Ana despide a su padre, el Duque de Edimburgo
Las palabras comienzan de la siguiente manera: "Sabes que va a suceder, pero nunca estás realmente listo. Mi padre ha sido mi maestro, mi partidario y mi crítico, pero sobre todo es el ejemplo de una vida bien vivida y de servicio libre dado que más quería emular", estableció.
Continúa: "Su capacidad para tratar a cada persona como un individuo por derecho propio con sus propias habilidades proviene de todas las organizaciones con las que estuvo involucrado. Considero un honor y un privilegio que se me haya pedido que siga sus pasos y ha sido un placer haberlo mantenido en contacto con sus actividades".
Y por último, menciona: "Sé lo mucho que significó para ellos, en el Reino Unido, en la Commonwealth y en el resto del mundo. Me gustaría enfatizar cuánto aprecia la familia los mensajes y recuerdos de tantas personas cuyas vidas él también tocó. Lo extrañaremos, pero deja un legado que puede inspirarnos a todos".
En los actos públicos, la princesa Ana siempre mostró una fuerte conexión con su padre, incluso más que con su propia madre, la Reina Isabel II, por lo que sus palabras son, sin duda un gran ejemplo de ello.
