Ralf Schumacher, ex-piloto de Fórmula 1, y hermano del legendario Michael, máximo campeón de la categoría junto al británico Lewis Hamilton, habló sobre las pocas posibilidades para jóvenes conductores para llegar hasta la cima de las competencias de la Federación Internacional del Automóvil.
"Desde luego, es impensable que un simple mortal o un padre de clase media pueda soñar con ello", sentenció Schumacher sobre la inversión necesaria para aspirar a la categoría donde la parte económica es clave, incluso a llevar a críticas por parte de los propios pilotos, ya que algunos asientos los tiene quien cuenta con patrocinadores más que el talento puro.
Schumacher detalló el proceso y la inversión que se tendría que hacer para soñar con un asiento de F1: "Se puede ver desde las categorías menores de karting. Tenemos uno o dos campeonatos nacionales en los que es posible, pero más allá de eso, sin ningún apoyo es muy complicado".
"Se empieza a correr en karts desde los seis o siete años. Los primeros años no son tan caros, pero cuando se piensa en toda una carrera de Fórmula 2 o Fórmula 3, incluyendo pruebas y preparación, te podría decir que son entre 13 y 15 millones de euros", dijo el ex-conductor de la categoría.
Con relación a las categorías inferiores, también habló de las distancias económicas requeridas: "Por supuesto, algunas escuderías pueden ofrecer un asiento de Fórmula 3 por menos de un millón de euros, pero con un buen equipo son. Hay equipos que lo ofrecen por algo menos de dos millones, pero el número de carreras se ha multiplicado. Hay muchos más. Los equipos más caros ya están incluso en tres millones".
