El director técnico del equipo de Red Bull Racing, Adrian Newey, no recuerda un momento en la historia de la Fórmula 1 en el que estuviera tanta política y presión sobre su coche como en este año.
Newey llegó al equipo en el 2006, en todo este lapso asegura que no recuerda una batalla fuera de las pistas como la actual. Y es que siete años de dominio total de Mercedes, ha hecho que en este año la escudería de Milton Keynes pueda volver a competir con tal de arrebatarles el trono de la F1.
"En muchos sentidos es un cumplido para el equipo encontrarnos bajo tanto escrutinio por parte de los demás. Hemos experimentado esto antes, pero no me acuerdo de un momento en el que hayamos recibido este mismo nivel de politiqueo y presión contra nuestro coche", dijo en el podcast de Red Bull, "Tlking Bull".
No ve una batalla así desde que llegó a Red Bull.
Incluso recuerda que cuando peleaban con Ferrari la supremacía por el titulo de Fórmula 1 no se dieron estos hechos que ahora se dan con Mercedes.
"Posiblemente, si miras atrás, a cuando estábamos explorando la aeroelasticidad en 2010/2011, estábamos bajo escrutinio constante y nos teníamos que adaptar a cada conjunto de normas cambiantes. Hemos estado ahí antes en las últimas batallas por el Campeonato con Ferrari, que incluyó algunas peleas sobre la flexibilidad del chasis también", mencionó el ingeniero.
Esta batalla contra Mercedes, Newey, la ve normal pero no le gusta la analogía con la que se está tomando.
"Nunca me ha gustado la analogía con la guerra, pero es una buena analogía y tienes que buscar en cada aspecto cómo puedes mejorar tu posición competitiva", ha destacado.
"Así es la naturaleza de la Fórmula 1 y una de las cosas que lo hace tan estimulante, pero la frecuencia y la intensidad de este año es bastante reveladora.
Uno de los obstáculos que se la he puesto a Red Bull en este año fue la prohibición de la flexibilidad de sus alerones traseros. El equipo tuvo que cambiar su ala, pero, según Newey este cambio no se reflejó en un bajón de rendimiento por parte de sus autos.
"Hubo una consecuencia de costes al cambiar esa pieza que obviamente nos hizo daño. De todos modos fue una gran prueba de cómo puede llegar a responder nuestro equipo a cambios. Cuando nos arrinconan, podemos salir de la lucha y seguir siendo tan competitivos", finalizó.