Canelo Álvarez cumplió con su promesa y noqueó a Caleb Plant para convertirse en campeón indiscutido. El boxeador mexicano cumplió su sueño y conquistó el título de la Federación Internacional de Boxeo para ser el primer pugilista en la historia en conseguir los cuatro campeonato de la división de los supermedianos. Saúl terminó la pelea en el décimo primer round, tras derribar por segunda ocasión al estadounidense.
El mexicano estuvo bajo control del combate desde el comienzo. En el primer par de rounds se lanzó al frente, tal como lo había prometido en días anteriores, alegando que la pelea se había vuelto personal. En el cuarto episodio atacó con fuerza al estadounidense contra las cuerdas, pero mientras el público se emocionaba, Plant negaba con la cabeza que recibiera algún daño.
En el quinto asalto, Álvarez recibió una advertencia del referee por realizar golpes bajos, ante lo que Plant reaccionó, lo que llevó a un intercambio de palabras, seguido de uno de golpes. El séptimo episodio tuvo un pequeño momento de duda, debido a un choque de cabezas, en el que Canelo lució más afectado, pero no lo suficiente para detenerlo.
Plant comenzó a dar señales de cansancio en el décimo round, situación que aprovechó el mexicano para presionar, sin mucho éxito en un principio. Con el nocaut en la mente, Canelo siguió lanzando golpes hasta que finalmente derribó a Caleb. El estadounidense logró ponerse de pie, pero todo fue en vano y con un poderoso uppercut, Álvarez envió de vuelta a la lona a su rival, obligando al referee a detener la pelea.
Los dos boxeadores se buscaron tras el combate y tras unas palabras de uno al otro, se abrazaron para poner fin a cualquier rencilla creada durante los meses previos al combate.