Nico Rosberg, piloto finlandés, es el último conductor en derrotar a Lewis Hamilton en un campeonato de pilotos tras coronarse en 2016 con la escudería Mercedes. Tras la consecución de su corona, decidió retirarse tras inscribirse en la lista de ganadores del mundial junto a su padre Keke Rosberg, quién lo hiciera en 1982. Sin embargo, ante el anuncio, el entorno de la Fórmula 1 buscó mantenerlo en el serial.
En entrevista con la revista británica "The Time" dijo que incluso rechazó una importante suma de dinero y se mantuvo con su decisión: "Quería evitar ser uno de esos pilotos que nadie quieren en su equipo. Había 100 millones de dólares para que me quedara, pero los renuncié. Quería una vida diferente, más flexible. Eso no pasa cuando compites. Fue la mejor decisión para mi familia. El dinero no era cuestión", dijo el campeón.
Sobre su rivalidad con Lewis Hamilton, habló del entorno complejo que se vive no sólo dentro de la pista, sino fuera también: "Había dos bandos: el de Nico y el de Lewis. Todos los aficionados de Hamilton estaban en mi contra, está claro. Una vez vi a dos niñas de cuatro años con sus padres. Me abucheaban y me ponían el dedo hacia abajo. Los papás eran los que les decían que yo era el malo y me tenían que abuchear".
Curiosamente esta rivalidad se renovó gracias a la recién formada competencia Extreme E que compone de un serial de vehículos eléctricos 4x4 que compiten en distintos ecosistemas alrededor del mundo para hacer conciencia sobre el cambio climático. En dicho campeonato tanto Lewis Hamilton, cómo Nico Rosberg tienen equipos de su propiedad en la disputa del torneo que se dará a conocer a partir de un documental al finalizar la campaña.