El Leicester recibió en casa al Liverpool como parte de la Jornada 20 de la Premier League y los visitantes buscaban imponer condiciones para acortar distancias con el Manchester City, que es el actual líder del certamen. Sin embargo, los locales dieron la sorpresa al llevarse los tres puntos con un gol en el segundo tiempo. Pero la historia hubiera sido diferente si Mohamed Salah no hubiera fallado un penal en la primera mitad.
El King Power Stadium celebró la revancha en un encuentro marcado por el fallo de penalti de Mohamed Salah, la gran actuación de Kasper Schmeichel y la resistencia de un Leicester que firmó un triunfo de prestigio, la segunda derrota del Liverpool en la Premier que comenzará 2022 enfrentándose al Chelsea en el pulso de dos equipos que quieren pelear por el título con el City.
El dominio posicional del Liverpool en el arranque de partido dejó como mejor acción un penalti sobre Salah, zancadilleado dentro del área, que él mismo perdonaba con un disparo centrado. El rechace de Schmeichel le caía al delantero egipcio que cabeceaba al travesaño en la doble ocasión perdonada.
En un duelo de alta intensidad, con el Liverpool disfrutando en las transiciones, se erigió la figura salvadora de Schmeichel, decisivo ante Diego Jota y con una gran parada a Salah tras un grave error defensivo en un mal despeje. Al contragolpe apareció también Vardy como principal valor ofensivo del Leicester y James Maddison, incapaces de superar la firmeza de los centrales Van Dijk y Joel Matip.
Sin embargo, tras perdonar Mané en el arranque del segundo acto con todo para marcar y disparar la mejor ocasión del partido arriba, llegó el golpe del Leicester a los 59 minutos. La conexión Dewsbury-Hall y Lookman encontró espacio en la zaga rival y el delantero definió con calidad en el primer balón que tocó al entrar al campo.
El triunfo repleto de mérito para un Leicester plagado de bajas de jugadores importantes de Brendan Rodgers que logró derrotar al equipo que dirigió gracias a la firmeza defensiva de su equipo. El asedio del Liverpool apenas se tradujo en ocasiones de peligro más allá de un testarazo de Jota a ocho del final a la salida de un córner que se marchó pegado al poste y no evitó el traspié de su equipo que se aleja del liderato.