Santi Mina y Iago Aspas frenaron en seco la racha del Deportivo Alavés y dieron tres valiosos puntos al Celta de Vigo de Eduardo Coudet, que confirmó su mejoría en la decimoquinta jornada de LaLiga Santander disputada en el estadio de Mendizorroza y con la nieve como testigo.
Santi Mina adelantó a los gallegos a los 11 minutos de comenzar el choque y poco después Joselu Mato igualó la contienda y puso las tablas al descanso. En la segunda mitad, tras un poste del albiazul Mamadou Loum, Iago Aspas adelantó a los suyos tras recoger el rechace del penalti que él mismo lanzó y detuvo Fernando Pacheco.
Con este triunfo los gallegos vuelven a dar un salto en clasificación y superan al Alavés que vio detenida su racha de cinco partidos sin perder. El encuentro comenzó muy abierto con llegadas de los dos conjuntos y la primera ocasión clara fue de Pere Pons a los 9 minutos, tras una combinación larga de los albiazules, que concluyó con una buena entrada de Martín Aguirregabiria, libre de marca para poner un balón en segunda línea, aunque el centrocampista catalán no logró darle potencia y lo atrapó Matías Dituro.
El Celta se adelantó en la jugada posterior con un tanto de Santi Mina que no logró a despejar Fernando Pacheco con rotundidad y al que llegó tarde Víctor Laguardia para sacar el esférico sobre la línea. El duelo estaba muy vivo y las ocasiones se sucedían en uno y otro lado y los locales no le perdieron la cara al partido, aunque el Celta intentaba bajar las altas revoluciones con las que comenzó.
El empate llegó en el minuto 21 tras una buena internada por la banda de Édgar Méndez, Luis Rioja prolongó de cabeza el centro mordido del canario y Joselu Mato lo empujó a la red. El “nueve” albiazul igualó con este gol a Javi Moreno, que con 29 tantos era en solitario el máximo goleador histórico del Alavés en Primera División.
Fue un toma y daca constante en el que el Celta fue poco a metiendo en su área a los alavesistas, que se mostraron serios y ordenados en labores defensivas. El único susto en la zaga vitoriana lo dio Víctor Laguardia con una cesión a Fernando Pacheco que pilló a contrario al arquero extremeño, que tuvo que cerrar tras el balón para despejarlo y evitar que se colará en la meta local. Al filo del descanso Santi Mina tuvo la oportunidad de adelantar al Celta de nuevo, pero su remate en boca de gol se fue por encima de la portería del Glorioso.
Los locales salieron enchufados bajo la nieve en la segunda mitad y el balón parado volvió a ser su mejor aliado para llevar el peligro a la portería de Matías Dituro. El senegalés Mamadou Loum estrelló el balón en el poste tras un saque de esquina tras varios envites consecutivos de los vascos sobre el área de los celtiñas, que intentaron contraatacar con la velocidad de sus hombres más ofensivos.
El colegiado ordenó el cambió de balón cuando la nieve comenzó a cuajar en el césped y justo después Iago Aspas superó a Fernando Pacheco, pero el de Moaña se encontraba en fuera de juego. En el minuto 70, González Fuertes decretó penalti tras una mano de Martín Aguirregabiria y el delantero vigués se desquitó tras recoger el rechace del portero babazorro, que paró el lanzamiento pero no pudo reaccionar con el balón suelto.
Los gallegos se animaron tras adelantarse en el marcador y continuaron buscando la portería rival para ampliar un marcador que pudo moverse mucho más de lo que lo hizo. Fernando Pacheco evitó el tercero en el minuto 80 y los vitorianos se volvieron a encomendar al balón parado para igualar de nuevo el duelo.
John Guidetti lo tuvo en sus botas, pero se entretuvo demasiado y la defensa gallega se le echó encima para evitar el remate, cuando el sueco tenía todo a su favor. Matías Dituro tuvo tiempo de lucirse ante un disparo lejano de Joselu Mato y el Celta se llevó los tres puntos en un final algo accidentado con intervenciones de los médicos de ambos conjuntos.