Una de las rivalidades con mayor historia en la Champions League será el platillo inicial para sus dos aficiones. Milan y Liverpool se volverán a encontrar con un par de finales a cuestas. La de Estambul en 2005 donde los "Reds" hicieron un regreso casi imposible para colgarse su quinta "orejona", mientras que un par de años después los "Rossoneri" cobraron revancha y firmaron su séptimo título continental.
Este además significa el regreso del "Diavolo" tras siete años de ausencia en el torneo más importante a nivel de clubes en Europa y donde se colocan cómo el segundo máximo ganador, sólo por detrás del Real Madrid, mientras que el Liverpool quiere recuperar protagonismo después de dos eliminaciones tempranas en el campeonato.
Con menos épica que hace dieciséis años en Estambul, pero con parecidas dosis de locura, el Liverpool remontó el partido ante el Milan para empezar con un triunfo su andadura en esta UEFA Champions League 3-2. Los "Reds", que pasaron del 1-0 al 1-2, tras el gol de Tomori en propia puerta y un penalti fallado por Mohamed Slaha, en 180 segundos locos antes del descanso, enjaularon los tres puntos en la segunda mitad, cuando Salah y Henderson hicieron justicia en Anfield.
El gran partido de la noche del miércoles comenzó muy desnivelado, con el empuje de un público que volvía a escuchar la música de la Champions en Anfield año y medio después, desde que el Atlético de Madrid les eliminara hace dos ediciones. El Liverpool, mucho más equipo que el Milan, arrasó a los italianos durante media hora. Los maniató mostrando una superioridad insultante para lo que antaño fue un clásico del fútbol europeo. Trent Alexander-Arnold hizo la primera herida. Una pared por LA banda derecha con Salah que culminó con un centro que rebotó en Tomori y pasó por encima de Maignan.
Se avecinaba goleada y el Liverpool avistó el segundo cuando Bennacer rozó un disparo de Robertson con la mano. El colegiado señaló el punto de penalti y Salah se estampó. Demasiada potencia y poca colocación para el egipcio, que disparó demasiado centrado y se encontró con Maignan. Tampoco pudo Robertson en plancha al rechace.
Se le escapaba vivo el Milan, que no hizo prácticamente nada hasta los tres últimos minutos de la primera parte. En apenas 180 segundos el Liverpool echó a perder toda su ventaja. Primero Rebic, que se aprovechó de un fallo en la marca de Joe Gomez, que tiró tarde el fuera de juego, para batir a Alisson por bajo, y más tarde otra vez el croata, ganándole la espalda a Alexander-Arnold, y regalándole el pase de la muerte a Alexis Saelemaekers. Al belga le sacó el disparo Robertson en la línea de gol, pero dejó el balón blandito para que lo empujara Brahim.
Anfield inclinado hacia la portería de Maignan, era cuestión de tiempo que llegara el tercero y lo forzó Jota, con un disparo a córner que desembocó en la jugada del 3-2. Saque de esquina de Alexander-Arnold, despeje de los milanistas en el primer palo y en la frontal, a bote pronto, Henderson la enganchó a la red. Aunque lo intentó el Milán en los últimos minutos, en los que tuvo tiempo para debutar el hijo de Maldini, Daniel, el Liverpool amarró los puntos en casa y lidera ya el Grupo B, por encima de Atlético de Madrid y Oporto.