El presente de Nicolás Larcamón es espectacular. El entrenador argentino de 38 años comanda la mejor campaña internacional de la historia del Club León, y serán nada menos que finalistas de la Concachampions tras eliminar en semis a Tigres. La definición del título contra Los Angeles FC puede darles el boleto a la próxima edición del Mundial de Clubes.
Pero el nacido en Lomas de Zamora tiene un origen bastante más precario. Tuvo que dar un salto de Argentina a Venezuela para tomar un equipo profesional, ante la absoluta falta de oportunidades en su patria. Llevó dos veces a Deportivo Anzoátegui a la Copa Sudamericana. “Soy un agradecido del fútbol venezolano porque sin esa oportunidad, nada de esto hubiera sucedido”, resumió años más tarde.
De Venezuela pudo llegar a Chile, específicamente a Deportes Antofagasta, en 2017. Fue uno de los animadores del Torneo de Transición y dejó sorpresivamente el cargo gracias a que Huachipato pagó su cláusula. Tuvo buenos pasajes en la usina y luego tomó el mando de Curicó Unido: había que salvarlo del descenso y clasificó a la primera copa internacional de su historia.
El cóvid detuvo a Nicolás Larcamón
La pandemia del covid puso un final abrupto a la etapa chilena de la carrera de Larcamón. Pero no a la bonanza, que posteriormente repitió en el Puebla, al que mantuvo dos años fuera de la zona de descenso y con presencia en postemporada. Hace un año llegó a León, donde ha mantenido sus números y ahora apunta a un logro inédito a nivel internacional.
Pero el recuerdo de Chile sigue vigente. Lo reconoce el destacado periodista Danilo Díaz. “Es que fue su plataforma de lanzamiento, porque él venía del fútbol venezolano y vino a dirigir en Primera División, cuando el fútbol chileno tenía mejor nivel si pensamos en los resultados internacionales. Hizo una buena campaña en Antofagasta, con un fútbol que le gustó a la gente y le permitió repetir en Huachipato y Curicó Unido”, puntualiza.