La final de Copa América entre Argentina y Brasil del próximo sábado se jugará con afición al 10% de la capacidad del estadio, autorizaron las autoridades de Río de Janeiro, una de las ciudades más azotadas por la pandemia.
El gobierno permitirá la presencia de aficionados en las gradas "considerando que la entidad organizadora presentó protocolos de operación y acreditación, adoptando mecanismos para proteger la salud de los involucrados, utilizando herramientas adecuadas para la prevención del contagio y la propagación del covid-19", publicaron en el diario oficial este viernes.
El Maracaná será autorizado para abrir al 10%, que representa una cifra de aproximadamente 7 mil 800 asistentes, tomando en cuenta que la capacidad total del inmueble es de 78 mil aficionados.
Del total, 2300 no serán boletos disponibles, sino credenciales que el propio estadio entregará. De esta forma, entre invitados especiales y 2200 entradas para cada país, se llenará el cupo permitido.
¿Quiénes tendrán boleto?
Los argentinos que logren obtener una de estas acreditaciones son los que comprueben su residencia en Brasil, por lo que esto no aplicará para quienes busquen cruzar la frontera.
"Por lo que tengo entendido, hay que acreditar que son residentes argentinos en Brasil, no necesariamente en Río de Janeiro. Hay muchos residentes en Sao Paulo, por ejemplo, que estarían yendo. A partir de ahí van al estadio y retiran la credencial. No las llamamos entradas porque son gratuitas", dijo Daniel Scioli, embajador argentino en Brasil.