PSG ha visto como su sueño hecho realidad ha comenzado a convertirse en una pesadilla. El club parisino armó un equipo de ensueño en el verano, básicamente sacado del FIFA, sin embargo, no todo ha salido como era esperado y Mauricio Pochettino se ha encontrado con diferentes pruebas dentro del vestidor. De acuerdo con L'Equipe, hay varios frentes que el técnico argentino debe enfrentar si quiere encontrar el equilibrio perfecto tanto en la cancha como en el vestuario.
El primer gran reto de Pochettino se encuentra en la portería, donde cuenta con dos arqueros de primer nivel, Keylor Navas y Gianluigi Donarumma. El italiano llegó como jugador libre en uno de los fichajes más importantes de la pasada ventana de transferencias, sin embargo, el entrenador sudamericano no fue quien pidió la llegada del ex portero del AC Milan y se ha visto obligado a rotar, lo que ha generado molestia de parte de ambos, más abiertamente del campeón de la Eurocopa.
El segundo frente es la división de la plantilla en dos grupos, el de los sudamericanos liderado por Messi y Neymar, frente al de los franceses, donde sobresale Kylian Mbappé. Este mismo tema, junto a otros problemas en el vestidor, han complicado cualquier posibilidad de que el atacante francés acuerde una renovación de contrato, además de tener como amenaza el interés del Real Madrid de negociar con él tan pronto como sea permitido por la FIFA, lo cual será el primero de enero.
De igual manera, la división ha provocado que varios miembros de la plantilla expresaran abiertamente su molestia con Lionel Messi y Leandro Paredes tras perderse un entrenamiento después de una fiesta en la que terminaron con molestias estomacales.
El caso Icardi
Mauro Icardi estuvo en medio de la polémica hace unas semanas cuando su matrimonio con Wanda parecía estar a punto de terminar. Ante esto, el delantero argentino pidió tres días libres al PSG para poder reconciliarse y evitar el divorcio, situación que finalmente logró. Sin embargo, su ausencia generó mucha molestia con sus compañeros, quienes no parecieron estar de acuerdo con el permiso otorgado al ex atacante del Inter de Milan.