Los hinchas del América de México ven con recelo a Diego Valdés. El mediapunta chileno fue apuntado como uno de los responsables de las eliminaciones de las Águilas ante Pachuca y Toluca, en las semifinales de las últimas liguillas, y sobre su espalda recaía buena parte del descontento de los fanáticos del conjunto azulcrema. Pero el fútbol da revanchas y eligió el escenario más hostil para reivindicar al dueño de la camiseta 10 del elenco americanista.
Valdés sacó la cara y fue una de las figuras de la victoria del equipo de Fernando Ortiz sobre Chivas (1-0) en el estadio Akron de Guadalajara, ante más de 40 mil espectadores, que deja a las Águilas con un pie en la final del Torneo de Clausura de la Liga MX. Junto con la soberbia actuación del arquero Luis Malagón, el chileno fue estandarte de un triunfo resonante sobre el histórico archirrival.
Primero dio el aviso. Al minuto 30, el formado en Audax Italiano pivoteó el balón de cabeza para la internación de Jonathan Javier Rodríguez, que convirtió con un zurdazo cruzado. Sin embargo, la acción se inhabillitó por posición de adelanto. Fue la acción más peligrosa en un primer tiempo donde Chivas y Águilas se fueron palo a palo.
El segundo lapso bajó las revoluciones, pero Diego Valdés se encargaría de acelerar en el momento exacto. Al minuto 60, recibió de espaldas al arco y habilitó con un pase entrelíneas a Alejandro Zendejas, que enganchó a su marcador y batió la portería de Chivas con un verdadero golazo.
El resto era todo del local, pero Valdés volvería a avisar con un cabezazo que impactó el travesaño después de un tiro de esquina. Fue la última señal del chileno en un partido redondo del que fue reemplazado al minuto 89 con estadísticas espectaculares: una asistencial, dos remates, dos dribles ganados, 10 de 17 duelos a favor y cinco faltas recibidas.
De esta manera, América se llevó la ventaja de la Perla tapatía y espera definir el domingo en el Estadio Azteca, para volver a la final del torneo mexicano. Un chileno espera iluminar ese camino.