Nuestro cuerpo está compuesto por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, así como venas, músculos, agua, piel, pero, muchas veces olvidamos que dentro de nosotros se movilizan energías, mismas que deben ser alimentadas.
La energía nos puede hablar sobre cómo nos perciben las demás personas, al igual que, cómo nos encontramos nosotros. Pese a que esta es invisible, es decir, no perceptible ante el ojo humano, sí es importante conocerla.
¿Qué son los Chakras?
Los llamados Chakras no son más que los centros de nuestro cuerpo en donde se concentra la energía. Estos están relacionados con sistemas o partes de nuestros cuerpos y las emociones, nos abren las puertas a nuestras hacía el autoconocimiento. Es de vital importancia conocer nuestros Chakras, cuáles son, dónde se encuentran y cómo mantenerlos en equilibrio, pues, esta energía reunida puede estar obstruida o tener una disminución considerable.
¿Dónde están ubicados los Chakras en nuestro cuerpo?
Chakra raíz: Se localiza en la columna vertebral, nos conecta con la tierra, nos hace sentir seguros. Para mantenerlo equilibrado debemos conectar con el sentido del olfato, tener actividades que se relacionen con la tierra, como la jardinería.
Chakra sacro: Se localiza por debajo del ombligo, en la zona genital, este nos conecta con la libertad, el disfrute y el placer. Para mantenerlo equilibrado debemos conectar con el sentido del gusto, así como realizar actividades con el elemento de agua como con baños de inmersión o natación.
Chakra del plexo solar: Se localiza dos dedos por encima de nuestro ombligo y nos conecta con nuestro poder y con la autoestima. Para mantenerlo equilibrado es necesario conectar con el sentido de la vista, así como realizar actividades relacionadas con el fuego como prender velas o encender una fogata.
Chakra cardíaco: Se localiza a la altura del corazón, este nos conecta con la capacidad que tenemos de recibir y dar amor. Podemos equilibrarlo conectado con el sentido del tacto, así como realizar actividades relacionados con el aire, como respirar o caminar.
Chakra laríngeo: Se localiza a la altura de la garganta, este nos conecta con la comunicación. Logramos equilibrarlo cuando conectamos con el sentido del oído, con actividades como escuchar música o, todo lo contrario, haciendo silencio.
Chakra del tercer ojo: Se localiza en la base de la nariz, entre las cejas, este nos conecta con la capacidad de percibir de manera extrasensorial y de la intuición, podemos equilibrarlo conectando con el sentido de la visión, cerrando los ojos y sintiendo la conexión con nosotros.
Chakra corona: Se localiza por encima de la cabeza, este nos conecta con el cielo y la trascendencia. Podemos equilibrarlo conectando con nuestra espiritualidad, debemos sentir la presencia de lo que nos rodea y también la de nuestros ancestros.
