Este día 2022, me despido de ti, digo adiós y dejo atrás todo lo que vivimos juntos, gracias por acompañarme en cada aprendizaje, por estar ahí cuando me sentía solo.
Te agradezco por los bellos momentos que me regalaste, por las nuevas personas que conocí, por los retos superados y metas concedidas.
Gracias por enseñarme que soy más fuerte de lo que creía a base de experiencias dolorosas, pero necesarias para mi crecimiento personal, emocional y profesional.
Este año tuvimos muchas bienvenidas y despedidas inesperadas, además me hiciste llorar, tocar fondo hasta que no tuviera otra solución que levantarme más fuerte.
Hubo momentos donde necesite desconectarme del mundo y tú me acompañaste en mi proceso de conectar conmigo.
Cada batalla vivida me acompañaste, me escuchaste y dejaste sanar y me motivaste a seguir. Fue un año del cual me he encariñado mucho por todo lo vivido y no quisiera que te fueras, aunque me emociona conocer al 2023.
Después de recordar todo lo vivido no me queda más que agradecer a la vida por llegar a ti y a ti por estar, verme madurar, regalarme esos momentos que serán guardados de manera especial en mi mente.
Prometo no olvidarte, te abrazo, te reconozco y te dejo ir querido 2022, descansa y dejemos que este 2023 nos sorprenda.
