Desde muy joven, Gregorio Cárdenas Hernández demostró una gran inteligencia, esto le trajo una beca a la edad de 20 años para estudiar ciencias químicas en Pemex, sin embargo, más tarde se volvería famoso no precisamente por sus talentos o descubrimientos, sino por ser el responsable de matar brutalmente a cuatro mujeres.
Era 1942 cuando Goyo Cárdenas recibió el apodo de 'El Estrangulador de Tacuba', se hizo conocido porque la prensa mexicana cubrió por meses sus terribles actos. La mayoría de las víctimas fueron menores de edad y todos los cuerpos fueron encontrados enterrados en el patio de su casa ubicada en la colonia Mar del Norte.
Contrario a lo que se creería, los asesinos seriales no es una cosa exclusiva de Estados Unidos y este hombre es la fiel prueba. Pasó de ser una mente brillante de la que se esperaban grandes aportes a ser recordado por las muertes que infundió en mujeres menores e inocentes por la gran misoginia con la que se conducía.
Las víctimas de Goyo Cárdenas y su modus operandi
Conocidos del criminal afirmaron haber escuchado del mismo Goyo que siempre tuvo una gran repulsión y odio hacia las mujeres. El 15 de agosto de 1942, asesinó a su primera víctima, una servidora sexual de 16 años llamada Ángeles a la que estranguló hasta la muerte. Pero esto no sería suficiente para él.
Las investigaciones llevaron a las autoridades a encontrar que una semana después le quitó la vida de una forma similar a una niña de 14 años que también se dedicaba a la prostitución, su nombre era Raquel. No suficiente con estos actos, mató a una tercera mujer de nombre Rosa. A todas las enterró en el patio de su casa en Tacuba.
¿Cómo lograron detener a Goyo Cárdenas?
Su cuarta y última víctima se llamaba Graciela Arias, a quien secuestro y mató, pero este fue el fin de sus delitos porque el padre de esta mujer era abogado y fue él quien presionó a las autoridades a investigar todas las desapariciones relacionadas al ‘Estrangulador de Tacuba’. Gracias a esto fue detenido y los crímenes cesaron.
La madre del homicida, con quien desde la infancia tuvo una relación hostil, intentó librarlo de pisar la cárcel metiéndolo en un hospital psiquiátrico, pero todos los estudios que se le hicieron ahí indicaron que no tenía ningún trastorno mental que lo orillara a cometer tan espantosos actos.
Gayo Cárdenas recibió una condena por 34 años de cárcel en la ya extinta prisión de Lecumberri y se podría decir que es el responsable de que en México no exista pena de muerte, pues aquí se mostró con buena conducta y colaboró para realizar distintos estudios a la mente de un asesino en serie.
Una de estas investigaciones hechas por el considerado padre de la criminología, Alfonso Quiroz Cuarón, revelaron que los actos violentos cometidos por él fueron culpa de una encefalitis, que en términos más comunes se refiere a la inflamación del cerebro por un tipo de infección.
Se dice que durante su estancia en la cárcel asistía a clases, sostenía algunos lazos amorosos con enfermeras, era amigo de los guardias y hasta plantó un árbol en su celda. También escribió cuatro libros relacionados a este tipo de casos. Por más, fue liberado a la edad de 62 años gracias a Luis Echeverría.
Su caso fue tomado como un ejemplo de reinserción social por el congreso mexicano
Como parte del indulto presidencial del expresidente, Cárdenas fue puesto en libertad y aprovechó el tiempo para estudiar derecho y hasta se casó. Tiempo después fue aplaudido por los legisladores de la Cámara de Diputados, pues aseguraron que su caso era un ejemplo de alguien que pudo enderezar su vida.
Todo el caso de Goyo Cárdenas fue incluso llevado a la pantalla grande en una película que tenía por títulos 'Los Crímenes del Mar del Norte', misma que fue aclamada por la academia de arte en México. Finalmente murió en el 99 en California.
