Hola amigo fiel, hace muchos meses que ya no estás con nosotros, no ha sido fácil aceptar tu partida y no sabes cómo sigue doliendo tu ausencia en la casa. Aún siento mi cama vacía, siempre me hará falta tu compañía. Ya hace mucho que no te escribo mi linda mascota, pero hoy es una fecha especial. Salí a comprar todo lo necesario para tu ofrenda y que puedas estar conmigo este Día de Muertos. Daría lo que fuera por volverte a ver, aunque sea sólo un minuto de mi vida.
Hemos sido los mejores amigos desde el momento en que nos conocimos, y nuestro vínculo se ha fortalecido a lo largo de los años. Espero que sigas acordándote de mí tan bien como yo te recuerdo a ti. Mi momento favorito era cuando tocabas mi puerta en la madrugada porque tu cama te parecía lo suficientemente fría y querías que te hiciera compañía, o cuando me enfermé y estuve en cama por 3 días seguidos, no te despegaste ni un solo segundo de mí.
Quiero que sepas que no borraría ni un solo segundo a tu lado, de alguna u otra forma siempre sabía que podía contar contigo, aun cuando nadie creía en mí. Eras mi espacio seguro, cuando algo malo pasaba siempre llegaba a casa y ahí estabas tú para reconfortarme.
Hoy hago homenaje a mi perrito en el cielo
Tu partida me dejo destrozada aún me cuesta hablar de ti sin que una lagrima ronde por mi mejilla y mi garganta se cierre completamente. Duele la ausencia que dejaste y que nadie más va a poder llenar, eso tenlo por seguro; sin embargo, he aprendido a vivir con tu recuerdo y este día quiero honrarte con una ofrenda de todos los colores.
Este es el primer año que no nos disfrazamos el día de muertos, todavía no me deshago de tu disfraz favorito: el de fantasma y quién diría que ya no necesitas uno para festejar el día de muertos conmigo. Llegaste a mi vida y todo cambió, le diste luz a mis días en el momento en que más lo necesitaba.
La ofrenda que te tengo es la más especial, puse todo lo que te encantaba aquí en la tierra: tus premios, cartón, papeles, croquetas, tortillas y todos tus juguetes. Espero que el camino sea corto con la flor de cempasúchil que puse en el piso, aun así, te dejé suficiente agua para que descanses un ratito. Sólo quiero que cuando llegues me hagas un favor, en el momento en que pases por aquí ven a verme y hazme saber que estás conmigo.
El Día de Muertos se acerca y quiero que sepas que siempre eres bienvenido en la casa, esta es tu carta mi dulce amigo de cuatro patas.